Expresó que desea visitar su tierra natal en el segundo semestre. Si se concreta, será el segundo Papa en visitar el país. Juan Pablo II lo hizo en dos ocasiones: en 1982, durante la guerra de Malvinas y luego en 1987.
“La gente está sufriendo mucho, es un momento difícil. En agosto debo ir a Polinesia y luego, si se puede hacer, iré a Argentina. Yo quiero ir”, aseguró el papa Francisco en la televisión italiana.
Hay una tradición no escrita en el Vaticano que muestra cómo los papas no italianos (los casos cercanos fueron el polaco Juan Pablo II y Benedicto XVI de Alemania) que visitaban sus tierras natales. Pero paradojalmente, el primer papa latinoamericano -que ya recorrió casi todo el continente de norte a sur- aún no ha visitado su tierra natal.
Hasta ahora.
Para poner en contexto la novedad, Juan Pablo II visitó ¡nueve veces! Polonia y fue un factor político decisivo para la caída del comunismo en este país eslavo famoso por su catolicismo.
El propio Benedicto XVI -a meses de haber asumido en el Vaticano- ya visitó su tierra natal (fue a Colonia). Y Alemania fue su destino favorito fuera de El Vaticano pese a su edad y estaado de salud.
En cambio, Francisco -quizás por estar demasiado involucrado en las luchas intestinas de su país natal- evitó hacer este periplo hasta ahora.
Desde su elección como papa en 2013, Francisco viajó a numerosos países, casi todos los de América Latina, como Brasil, Chile, Perú, México y Paraguay. Pero no Argentina.
La no visita de Francisco a Argentina también ha generado descontento entre algunos sectores de la población, que esperan con ansias su llegada y su mensaje de esperanza y unidad. Sin embargo, otros señalan que siempre mantuvo un compromiso constante con su país natal, al enviar mensajes y realizar donaciones en momentos críticos, como durante la pandemia.
La primera señal fue cuando cumplió en 2023 una década al frente de la Iglesia católica. “Yo quiero ir a la Argentina”, dijo Jorge Bergogio en una entrevista en los días previos a que se cumplan los diez años de papado. “No hay una negación de ir, no, de ninguna manera: estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad”, agregó.
Es que su propia edad y estado de salud acortan esa intención en cada año que pasa en El Vaticano. Se lo ve en muchas ocasiones desmejorado y también sufrió varias internaciones por complicaciones de salud. Con sus 87 años a cuestas hay que recodar que no posee los dos pulmones. Cuando tan solo tenía 21 años tuvo que someterse a una intervención quirúrgica en la que extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho. Él describió esta experiencia como su primera “con el límite, con el dolor y la soledad”.
Y de las más recientes, su última hospitalización se dio en julio de 2021, cuando le extirparon 33 centímetros de colon, como consecuencia de la diverticulitis que padece.
Así que cada día y cada año que Francisco pasa en el trono de Pedro (“Tú eres Petras y sobre esta petra construiré mi iglesia”) Argentina se aleja un poco más.
Lejos están aquellos días del “Hagan lío” de 2013 cuando el flamante primer Papa jesuita exhortaba a los jóvenes de su país que se habian reunido en Rio de Janeiro a escucharlo.
Milei se lo pidió
“Sumo Pontífice,
“Agradezco su muy significativo llamado telefónico del 22 de noviembre, luego de mi elección como Presidente. Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos.
“En lo personal, sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y la prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias.
“También aprovecho esta oportunidad para agradecerle la participación de la Santa Sede en la ceremonia de mi asunción como Presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre, al enviar como su representante al Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega Martín.
“Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor como la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas.
“Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobierno he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina padece hace décadas.
“Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia Católica, cuya acción en el campo social es invalorable.
“Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto.
“Como Presidente de la Nación Argentina, considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos.
“Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina.
“Sé que el tiempo es escaso. Aun así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi alta consideración y respeto por su obra y su persona”.