El artista misionero Ramón Ayala falleció en diciembre de 2023. Su viuda, su hijo y su nieto viajaron a Misiones. Y Puerto Iguazú, Montecarlo, Puerto Rico, Panambí y Garupá fueron los puntos que recorrieron con una comitiva que portaba sus cenizas. Y una calle lleva su nombre
Bajo un cielo de garzas en el alba / sobre la tierra húmeda de rocío / nuestros pasos van por el centro del verano / y es silencio de ranas y de grillos en el paisaje
Todos conocen temas de Ramón Ayala. Ya forman parte del cancionero popular. La colega María Marta Fierro señala con acierto: “Las generaciones que crecieron cantando Posadeña Linda -hoy canción oficial de Posadas pero consagrada mucho antes un himno posadeño por peso propio de tanto cantarla de puro gusto- saben que haberse cruzado con el autor de esos versos fue uno de esos inusuales regalos que la vida hace muy de vez en cuando”.
La esmeralda del amanecer / prende dos lagos verdes en tus ojos / y huimos de pronto, como dos pájaros en celo hacia las profundidades
El amor nos envuelve y nos anuda / como una esplendorosa enredadera
Sí, era poeta. Y enamoradizo. Enamorado del amor.
Siempre le gustaron las chicas. Todas.
Una anécdota. Demi, una promotora estudiante de Genética. Pampeana. Linda. Trabajaba para Aguas Misioneras. Llegó Ramón al Festival del Litoral. Y Demi junto a otra promotora lo ayudaron a trasladarse hasta el escenario. “Un seductor nato. Nos quería enamorar a las dos. Nos decía cosas, nos abrazaba por la cintura”…. Todo dicho, Ramón fue así hasta el final.
A cuatro meses de su fallecimiento, las cenizas del Mensú llegaron a la tierra colorada. Puerto Iguazú, Montecarlo, Puerto Rico, Panambí y Garupá fueron los puntos que recorrió la comitiva. El cierre se realizó en la Bajada Vieja de Posadas. Previo a ello, desde el municipio realizaron el descubrimiento de la señalética de la calle Ramón Ayala. La misma se encuentra ubicada frente al Parque Industrial y de la Innovación.
En un emotivo homenaje, se realizó el descubrimiento de la señalética de la arteria que lleva el nombre del cantautor misionero. De forma continua, el padre Javier Krazuk llevó adelante una bendición.
“Estamos en esta avenida que va al puerto, la innovación que está detrás nuestro también tiene que ver con la obra artística de Ramón, porque si queremos saber quién fue el artista más innovador en los últimos tiempos en la Argentina, fue Ramón Ayala“, expresó el secretario de Estado de Cultura, Joselo Schuap.
Del encuentro participaron el intendente, Leonardo Stelatto; el gobernador Hugo Passalacqua; funcionarios provinciales y municipales. Además, familiares y amigos del célebre músico y poeta Ramón Ayala.
El adiós a un artista eterno
El homenaje a Ayala inició el sábado por la mañana en Puerto Iguazú. Con una ofrenda artística y la plantación de un lapacho, familiares y amigos descubrieron la primera de las seis placas recordatorias creadas por estudiantes y docentes de la Facultad de Arte y Diseño de Oberá. Lo mismo sucedió en Montecarlo y Puerto Rico por la tarde.
En tanto, el domingo por la mañana, las actividades iniciaron en Panambí y continuaron en Garupá. Esta última, ciudad de origen del compositor, intérprete, guitarrista, pintor y narrador.
La despedida final se realizó en Posadas; tras el nombramiento de la calle, familiares, amigos y autoridades se dirigieron a la Bajada Vieja para el último homenaje. Allí, junto a María Teresa Cuenca, esposa del cantante, se descubrió la última placa. Además, se plantó el sexto lapacho.
Un poeta. Un pintor, además.
Artista, por sobre todo. Creador.
Enamorado. Enamoradizo.
Los mágicos hongos esparcen / leche de luna trasnochada / y vamos bajo un cielo de garzas en el alba
Y a veces las cosas no iban bien
Yo la quise y a veces ella también me quiso / La besé tantas veces bajo el cielo infinito / De otro. Será de otro. Como antes de mis besos / Es tan corto el amor, y en tan largo el olvido. /Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Ramón recrea y tira nuevas luces sobre el maestro de la poeía romántica Pablo Neruda.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise / su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos / Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella / Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido / /Puedo escribir los versos más tristes esta noche.