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martes, diciembre 17, 2024

Pedro Peczak, su historia y los “idiotas útiles” del pasado

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El libro Cosechas de injusticias relata la aparición del Movimiento Agrario Misionero (MAM) y muestra cómo los vivillos que vinieron de afuera de la provincia se aprovecharon de la inocencia de los chacareros para meterlos en un callejón sin salida y “mandarlos al muere”. En esa época se hablaba de los “idiotas útiles”. Pedro Peczak ¿lo fue? Un anticomunista que fue acusado de trabajar para Montoneros

El libro Cosechas de injusticias de Eduardo “Balero” Torres lanza luces muy especiales y pone el foco de lo que en los años 70 se hablaba sobre “los idiotas útiles”. Gente muy formada en lecturas y teoría política podían venir a “hacerte el verso” y en pocos minutos -decían- podías salir transformado en un marxista hecho y derecho. Y luego caer por tonto en una acusación sin sentido.

Quizá el caso más patético (por el fin que tuvo) fue el de Pedro Peczak, un dirigente agrario cooptado por lo que se llamó el Partido Auténtico (una desviación de izquierda el peronismo en Misiones) y como en Misiones ni Montoneros ni la izquierda peronista nunca tuvo cabida, cuando fueron a los votos apenas obtuvieron (1975) 3,95% de los votos.

Aquí van algunas transcripciones para entender cómo los que venían de afuera sabían qué podía pasar pero no les importó mandar al muere a tantos jóvenes idealistas y chacareros que solo querían un poco de mejoría en el precio de sus productos. Apenas eso. Nada de paraísos utópicos con los que buscaban obnubilar para luego -cuando las papas quemaban- huir veloces y dejarlos de muestra a los “idiotas útiles” que no podían entender qué se venía.

Pedro Peczak, de origen ucraniano, anticomunista, católico nunca fue de izquierda.

Cómo era Pedro Peczak y su MAM

El MAM fue el primer gremio “clasista” de productores. Hasta ese entonces los dirigentes agrarios, si bien eran también productores y cumplieron su rol diferente al del MAM, no se diferenciaban de la población urbana. Ellos, en su mayoría, vivían en los poblados y nunca pudieron hacer entender a la sociedad sus problemas, esencialmente porque las actitudes y metodologías eran diferentes a las que impuso el MAM”.

“Pero resultaba imposible que un movimiento de tal naturaleza, con semejante capacidad de movilización y organización, no se constituyera en un objetivo de acaparamiento de distintas organizaciones políticas, más aún teniendo en cuenta los momentos que se vivían entonces. Para ese entonces muchos cuadros que militaban en organizaciones cristianas, se habían incorporado a la lucha armada, algunos para la agrupación montonero y otros para las fuerzas armadas peronistas. Pedro Peczak se convirtió en un líder y como tal era odiado y amado. En él los acopiadores industriales, agricultores disidentes, visualizaban a un dirigente extremadamente duro, para muchos intratable e incorruptible. Su vida estaba exclusivamente dedicada al movimiento y por su carácter y su pasión, con extrema honestidad, en consecuencia podía ser odiado por sus enemigos, pero no podían dejar de respetarlo. Por otro lado, Pedro en su militancia recorría permanentemente la provincia de sus colonias de Picada. En cada chacra donde llegaba se mostraba tal cual era, la gente lo amaba”.

Los de afuera

“A Pedro, los asesores politizados y demás dirigentes comprometidos con el peronismo izquierda, no podían dejar de captarlo. Si bien él siempre simpatizó con la Democracia Cristiana, su inocencia política y la falta de experiencia crearon las condiciones adecuadas a la influencia que podían tener en él, más aún estando tan cerca efectivamente del sacerdote Czerepak. Este mantenía una línea ideológica coincidente con la de Pablo Fernández Long y Estela Urdanis”.

Los Montoneros, rechazados

En las elecciones de 1975, cuando gana el escribano Miguel Ángel Alterach, el Movimiento Agrario Misiones, a través del Partido Auténtico, apenas obtiene el 3,95% de los votos. Unas 9000 personas votaron al Partido Auténtico, como se lo llamó. El mensaje del Partido Auténtico tuvo mayor receptividad en la clase de trabajadores que en los productores de la zona centro y sur de la provincia.

“·Pedro Peczak, de origen ucraniano, era un anticomunista por herencia. Él sabía los efectos de los comunistas en la patria de sus padres y en los millones de vidas que costó al pueblo ucraniano. Además, era un cristiano practicante. Pero a causa de la propaganda realizada primero por el gobierno justicialista y posteriormente por el gobierno militar para muchos misioneros e incluso agricultores, Pedro era comunista. Los diputados que ingresaron por el Partido Auténtico fueron Juan Figueredo, un prestigioso y humilde docente militante de la juventud trabajadora peronista, y Pablo Fernández Long, ex asesor del MAM y supuestamente representante de los agricultores”.

Hay que agregar: Pedro Peczak fue asociado al comunismo o el peronismo de izquierda justamente por gente como Fernández Long que tenía aceitados vínculos con la agrupación.

La Editorial de la UNaM dio espacio para que Fernández Long dé su versión

Mientras las organizaciones guerrilleras de Montoneros y Fuerzas Armadas Peronistas y movimientos revolucionarios como el ERP atacaban con hechos de guerrilla en todo el país, “en la provincia de Misiones ocurría un hecho significativo del que fue protagonista el diputado que supuestamente representaba a los agricultores, Pablo Fernández Long, quien a su vez era el que tenía mayor acercamiento con la organización montoneros. Este Fernández Long, luego de apuntar con un arma a los policías que fueron a detener al secretario local Partido Auténtico Carlos Teresczuk, tuvo que pasar a la clandestinidad juntamente con su defendido, quien no estuvo mucho tiempo libre. Fue encarcelado, torturado salvajemente y años más tarde sería asesinado en el triste suceso de Margarita Belén en Chaco”.

Y aquí viene lo más interesante que relata Torres en su libro. “A partir de este episodio, Pablo Fernández Long desapareció de la provincia, se trasladó a la Capital Federal y luego escapó a Europa, donde fue nombrado secretario de la agrupación montonero. Desde que salió del país, Fernández Long estuvo en España, Perú, México y por último, cuando se separó de montoneros, se exilió en Suecia, donde trabajaba en una empresa multinacional. Durante su exilio, se entrevistó con algunos misioneros que vivían situaciones semejantes como el cura Czerepak, Michel Guilbart y el ex cura Reiser, entre otros”.

Y demás está decir que se salvó solo, no advirtió a sus inocentes compañeros (¿idiotas útiles?) lo que se venía. Huyó. Hasta se dio el tupé de ir a trabajar en el primer mundo en empresas explotadoras. Eso sí: años después accedió a cobrar la generosa compensación de 200 mil dólares otorgada por el gobierno kirchnerista.

Pedro Peczak se casó en enero de 1976. Cuando llegó el golpe militar decidió no irse del país: no fue advertido de los riesgos verdaderos que se cernían sobre su vida. Se escondió en las chacras que tanto conocía hasta que lo detuvieron.  Fue secuestrado el 23 de noviembre de 1977 en Panambí, localidad limítrofe con Brasil y luego asesinado por la dictadura militar el 17 de diciembre del mismo año.

El libro Cosechas de Injusticias de Eduardo Torres se consigue en Tras los Pasos en Posadas y Oberá (también en la web www. traslospasos.com.ar).

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