De acuerdo con el índice de Bloomberg, el peso argentino se fortaleció un 22,5% frente al dólar. Era la moneda más caída durante el final del gobierno de Alberto Fernández. Ahora va en camino contrario
La inflación sigue golpeando en Argentina al acumular un 51,6% en el primer trimestre, según los datos del Indec, y de que el Banco Central (BCRA) realizó recortes importantes en las tasas de interés, el tipo de cambio se mantuvo prácticamente estable en valores nominales similares a los de principios de enero. Y sin embargo el peso argentino se fortalezca un 22,5% frente al dólar estadounidense en los últimos tres meses, según el índice elaborado por la agencia Bloomberg, que toma como referencia la cotización del mercado paralelo, conocido como “blue chip swap”, señaló BaeNegocios. Esto a nivel local, en Misiones, implicará un cambio de sentido en el mediano plazo: habrá menos compradores extranjeros en el país (el primer síntoma es la caída en la venta de combustibles) y luego, los propios argentinos empezarán a encontrar algunas ofertas atractivas al otro lado de la frontera.
a partir de ahora, es probable una merma de compradores paraguayos y brasileños y más argentinos que vayan a comprar al otro lado de la frontera
Esta apreciación sitúa al peso argentino como la moneda “número uno” del mundo en cuanto a revalorización frente al dólar en este período. Así lo mostró Nery Persichini economista y master en Finanzas en un tuit. Luego vienen la lira turca (+7%), el rubro ruso (+3%), el peso mexicano (+2,9%), la rupia india (
Según Nery Persichini, economista de la sociedad de bolsa GMA Capital, la calma cambiaria se debe a varios factores, como la mejora de la confianza en Argentina, la recesión económica, el cepo cambiario y el esquema blend para exportadores, que permite la liquidación del 20% de las ventas al contado con liquidación.
Sin embargo, queda la incógnita sobre hasta cuándo podrá mantenerse esta estabilidad cambiaria, especialmente considerando la alta inflación registrada en el país.
En este sentido, Persichini señala que la estabilidad futura dependerá en gran medida de factores como la liquidación de la cosecha gruesa y la eventual salida del cepo cambiario, cuya hoja de ruta se espera conocer en mayo, según lo prometido al Fondo Monetario Internacional (FMI). Y, por supuesto, la desaceleración de la suba de precios. Todo ello, traerá un poco más de tranquilidad a las finanzas nacionales.
A pesar de la incertidumbre, los tipos de cambio financieros también mostraron cierta estabilidad. Tanto el dólar MEP como el contado con liquidación experimentaron aumentos moderados desde principios de año, mientras que el tipo de cambio oficial mayorista se ha mantenido dentro de los parámetros establecidos por el BCRA.
