El sitio especializado Taste Atlas publicó un ránking con la carne argentina pegada a las costillas y hechas al carbón o llama como lo más alto del continente. También entraron la picanha brasileña, algo que los argentinos conocen sencillamente como colita de cuadril (a la parrilla también) y el pan de bono, una especie de chipa colombiana así como una salsa chilena llamada chancho en piedra. Conozca todos
En 2016, Netflix presentó un documental que hace honor a la tradición culinariainiciada hace más de 200 años, cuando el ganado en las haciendas se reproducía casi sin intervención del ser humando. En las grandes extensiones de la pampa húmeda argentina ocurría este pequeño milagro. Llegaba el momento de la faena y el señor del campo se llevaba los mejores cortes. Para la peonada quedaba “el asado de tira” o comida desechable. Y de allí vino arraigándose la costumbre nacional que se acompañó con el uso de brasas de carbón vegetal (es menos habitual que el asado a la llama, muy valorado como costumbre for export) para cocinar la carne y la cultura de la selección de los cortes, el vermut que muchos suelen tomar (o el vino, o el whisky o la cerveza) y la reunión en torno al fuego: casi una rememoración atávica de los primeros seres humanos cuando lograban cazar algo y se disponían a festejar.
(El documental se denomina Todo sobre el asado y es conducido por el humorista Negro Álvarez). Como si fuera un adelanto de lo que iba a venir.
La plataforma de guía de viajes gastronómicos Taste Atlas reconoció al asado argentino como “el mejor plato de las Américas”.
Además, la parrillada en general en el puesto 7, la provoleta quedó en el puesto 17 y el sándwich de lomo en la posición número 41.
Desde este medio que engloba comentarios de usuarios de todo el mundo sobre recetas y platos, destacaron que “el asado es mucho más que una simple comida”.
“En Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y en varios otros países de América del Sur, es un evento culinario y social al que asisten amigos y familiares para compartir la alegría de cocinar al aire libre. El asado presenta tradicionalmente una amplia selección de carnes a la parrilla, principalmente carne bovina por lo que la Argentina es la más reconocida.
“Provoleta es la versión argentina del famoso queso Provolone italiano que se cree que es un invento de los inmigrantes italianos que querían fusionar dos cocinas nacionales. De sabor suave y textura generalmente semidura y elástica, tiene un color amarillo distintivo y está especialmente diseñado para asar a la parrilla”, describen en Tast Atlas.
El segundo puesto quedó en manos de la picanha, “un corte fresco de carne de vacuna que es especialmente popular y muy apreciado en Brasil”. De hecho, en el norte argentino se usa también pero se le reconoce la paternidad al Brasil ya que se denomina así: “Picanha”. Es el clásico corte “colita de cuadril” y por extensión el resto del cuadril hecho a la parrilla. Bien llevado, es una de esas exquisiteces únicas donde no existe desperdicio: hay que recordar que cuando se come asado, casi el 50% es hueso.
En el tercer lugar está el pan de bono, descrito como “un pan tradicional colombiano que consiste en harina de mandioca, queso y huevos”.
En el cuarto puesto aparece el chancho en piedra, “una salsa chilena con tomates, ajo, chiles, cebollas, aceite de oliva, sal, pimienta y perejil o cilantro”.
Completando el top five, se hace presente el churrasco brasileño, “un método de barbacoa en el que se colocan jugosos trozos, rebanadas, bistecs y chuletas de res, ternera, cordero, cerdo y pollo en brochetas grandes y se asan a la parrilla sobre fuego de leña”.