Se imprimieron en China y son de un tono verdoso. La actividad comercial diaria lo espera con ansiedad y su circulación empezará lo antes posible
Son de un tono verdoso y se imprimieron en China. Si usted quiere saber cuánto representan en valor, se trata de la cifra asombrosa de 7700.000.000.000 de pesos. Algo así como 7,7 billones de pesos que empezarán a circular. El valor mínimo de los productos está en torno a los 200 pesos. Cualquier cosa que valga menos que eso es una ganga.
Y el billete de máxima denominación es de 2000 pesos. Apenas diez veces más que el valor mínimo. El movimiento comercial (de empresas, de personas y del mismo Estado) está congestionado por billetes de baja denominación.
Cualquier empleado que fue a cobrar al cajero automático en los primeros días de mayo lo sabe (y lo padeció). En Misiones, el billete que le entregará el banco será (habitualmente) el de 1000 pesos. Y con eso se compra muy poco.
“Fui a una boutique a comprar un saco para estos días en que (quizá) refresque”, decía un hombre de mediana edad. “Imaginate, me dijeron 25 mil pesos. ¿Cómo hago para meter 25 billetes o más de 1000 pesos en mi billetera. Es una locura”.
Todo viene del anterior gobierno y la impronta kirchnerista que suponía que imprimir billetes de alta denominación “iba a dar la impresión de que la inflación era mayor a la existente”. Un razonamiento morenista: el mismo funcionario (Guillermo Moreno) que le ordenó a los elaboradores de dulce de leche: “No tienen que subir el precio. ¿Aumentaron los costos? Bueno, bajen la cantidad”. Y así el envase más vendido pasó de medio kilo a 400 gramos.
El único gambito existente en la actualidad es el uso de las tarjetas de crédito y débito así como de las billeteras virtuales. De lo contrario, la vida diaria sería casi imposible de llevar adelante con la existencia de los actuales billetes en circulación.
“Tenía un plazo fijo de 2,6 millones de pesos y esos fondos eran para entregar en una agencia de compraventa de autos de Posadas -recordó un automovilista-. Era septiembre de 2022 y fui al banco y avisé que iba a retirar esa plata. La agencia de autos me dijo: ‘te enviamos el contador para que te ayude’. Parece que algo sabían. Volví al banco a las dos horas y me esperaban los dos palos y medio ¡en billetes de 200 pesos! ¡Era una bolsa gigante tipo las que se usan para el cemento o similares! ‘No, los billetes de mil pesos van para los cajeros’ me explicaron. Lleve nomás los de 200 pesos’. Imaginate lo que era caminar por las calles de Posadas con todo ese dinero! El hombre de la agencia metió el dinero en el baúl de su auto. Se llenó el baúl”.
El modelo del nuevo billete se iba a usar para los de 500 pesos: en el gobierno anterior no lanzaban billetes de mayor denominación pero se especializaban en cambiar el aspecto de los existentes. Eso sí. Con gran practicidad, las autoridades monetarias decidieron usar esas planchas para imprimir con ellas los de 10 mil pesos.
A ese tipo de inconvenientes diarios está siendo sometida la población a diario. Ahora, llegan los billetes de 10 mil (se saltea el paso necesario de los de 5000 pesos porque no había tiempo) y se apura la aparición de los de 20 mil pesos. Dicen que estos llegarán para fin de año. Y quizá ahí vuelva un poco la normalidad a esta desquiciada realidad financiera y económica de la Argentina.