Se aplicaron unas 3 mil millones de dosis y se salvaron millones de vidas. Y llegaron a facturar 4 mil millones de dólares pero ahora sólo vendían por u$s 12 millones. Y hay efectos adversos infrecuentes que no justifican su presencia en las farmacias. Se usó en Misiones
Después de más de 3 mil millones de dosis aplicadas, manifiestan sentirse “muy orgullosos”, la empresa británica AstraZeneca anunció que retira del mercado su vacuna contra el SARS-CoV-2 (o sea, la vacuna contra el Covid) que se lanzara en 2020 a pocos meses de que la pandemia se distribuyera por todo el planeta. La vacuna produjo algunos efectos no deseados muy poco frecuentes. Se destacó que la decisión fue estrictamente comercial, y que se debe a que las nuevas variantes del coronavirus impulsan la demanda de fórmulas actualizadas. Aunque se estima que esta vacuna salvó millones de vidas durante la pandemia del Covid, también se reportaron unos pocos casos de muerte por trombosis a causa de la vacuna.
La Vaxzevria, tal su nombre comercial, fue desarrollada en tiempo record. En noviembre de 2020 fue llamada como “una vacuna para el mundo”, y fue de lejos la más barata y fácil de almacenar que las otras vacunas que se desarrollaron en aquel entonces.
Pero como la decisión llega luego de que tomaran estado público casos de trombosis con trombocitopenia (o TTS) vinculados con la inmunización (un síndrome raro caracterizado por la formación de trombos con bajo nivel de plaquetas que puede ser fatal), rápidamente surgieron suspicacias sobre su aprobación apresurada o su falta de seguridad, como recordó la periodista científica Nora Bâr.
La propia Bär rechazó esta especulación. “Dada la velocidad de mutación del SARS-CoV-2, las vacunas diseñadas para apuntar contra la versión original (el virus de Wuhan) se volvieron obsoletas y en este momento el mercado tiene excedente de vacunas para Covid mientras los compradores descendieron, porque ya no hay pandemia“, comentó en una nota en El Destape web.
Y hay una explicación sencilla de por qué se retira. “Es importante notar que la vacuna de AstraZeneca dejó de hacerse hace mucho. Cuando se dieron a conocer los primeros casos del síndrome de trombosis con trombocitopenia en Europa, como ya tenían las de Pfizer y de Moderna, decidieron no usarla –explica el biólogo molecular argentino residente en los Estados Unidos Ernesto Resnik–. Los números de ventas son impresionantes. En 2021, generó cuatro mil millones de dólares. Dos años después, en 2023, sólo 12 millones. O sea, nada. ¿Qué significa? Que, por ejemplo, si dos personas le hacen juicio a esta compañía, aunque sea un juicio ridículo, los costos de litigación son astronómicos. Seguramente tendrán que pagarle a un bufete de abogados uno o dos millones de dólares. Si el juez o un jurado le da la razón al litigante, tiene que pagar una fortuna. Vendiendo 12 millones de dólares es absurdo seguir manteniéndola en el mercado. Entonces, la saca de circulación, con lo cual saca el problema de las discusiones. Es una decisión estrictamente comercial”.
Más allá de los incidentes reportados, para Resnik, la Vaxzrevia fue una vacuna excelente y clave para los países que no accedían a las de Pfizer y Moderna. Se aplicó en 180 países y salvó millones de vidas. “Fue lo que los que la hicieron en Oxford decían que querían que fuera: la vacuna de las masas”.
Hay estudios que respaldan esta afirmación. Uno de Airfinity, empresa de análisis de datos que se especializa en monitorear tendencias en salud pública, mostró que las vacunas de AstraZeneca y Pfizer/BioNTech salvaron 12 millones de vidas sólo en el primer año de vacunación, entre diciembre de 2020 y el mismo mes de 2021. De acuerdo con este trabajo, AstraZeneca salvó 6.3 millones de vidas y Pfizer/BioNTech 5.9 millones. Sinovac las sigue con 2 millones de vidas salvadas y Moderna con 1,7 millón.
La afectación de trombosis es de DOS casos cada MILLÓN de vacunados
la vacunación previno 14,4 millones de muertes en 185 países y territorios entre el 8 de diciembre de 2020 y el 8 de diciembre de 2021. La inmunización que primero estuvo disponible para su administración masiva en Occidente fue la de Oxford-AstraZeneca.
Según explica Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet, esa vacuna causa TTS en 2 casos por millón de vacunados, mientras Covid hace lo mismo en 10 casos por millón de infectados. “Si bien todos los fármacos y vacunas tienen efectos adversos, la de AstraZeneca resultó segura y con una relación riesgo/beneficio positiva. Estuvo bien aplicarla –subraya–. Luego, al tener muchas otras aún más seguras, es normal y racional dejar de usarla”.
Para finalizar vaya este testimonio: La profesora Christina Pagel, del University College London, lo resumió ayer en Twitter (X): “La vacuna de AZ fue una de las primeras en ser aprobadas en 2020. Era más barata que la de Pfizer y (algo importante) más fácil de administrar en contextos de menos recursos, porque no necesitaba temperaturas ultrabajas. En la mayoría de los países comenzó a darse a los adultos mayores. Cuando empezaron a recibirla los jóvenes, se advirtió un efecto adverso muy raro, que se detectó y se estudió muy rápidamente. El sistema de monitoreo hizo su trabajo. Muchos países la reservaron para las poblaciones mayores, mientras la vacuna seguía siendo mucho más segura que infectarse con Covid. Fue crucial en 2021. Su eficacia fue ampliamente estudiada y redujo los cuadros graves en un 90%.