La orden fue del presidente Javier Milei. También se fue el jefe de los espías (Agencia Federal de Inteligencia). Desavenencias en el gabinete, llevarse mal con la secretaria general Karina Milei, deschavar a Sandra Pettovello que se daba una escapada a Uruguay, todo fue sumando
En el Te Deum del 25 de mayo, el presidente Javier Milei fue saludando a su gabinete completo. Hasta que llegó a su jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Allí, paso de largo. Habrá sido la suficiente señala para darse cuenta de que sus días estaban contados.
El lunes 27 de mayo, Posse presentó su renuncia y su cargo fue ocupado por el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Santiago Fioritti de Clarín lo cuenta así: Karina Milei le perdió la consideración hace tiempo. Otra dirigente, muy influyente en el entorno presidencial, conserva en su teléfono capturas de charlas y videos que le hicieron ruido y que hace un tiempo habría exhibido en la cima de la Casa Rosada. A ellas se suma una tercera mujer, Sandra Pettovello, que no le perdonó nunca que en febrero -en la previa de una escapada de fin de semana que la ministra no le había contado a nadie- Posse la haya despedido, tras una reunión a solas, con una frase provocativa: “Suerte en Punta del Este”.
Clásicas peleas de entre casa que van sumando puntos en contra. Milei por su parte estaba enojado por una cuestión de convalidación de aumentos en el PEN y que el mandatario desconocía.
“Esta semana se avanzará en una transición ordenada junto al ministro del Interior, Guillermo Francos, quien asumirá el rol a cargo de la Jefatura de Gabinete de Ministros”, confirmó la Oficina del Presidente.
Además, el Ministerio que encabezaba Francos pasará a ser una Secretaría de Interior y quedará a cargo de Lisandro Catalán, según detalló el Gobierno.
Aunque Francos se destacó desde su área por limar asperezas con gobiernos del interior, su primera declaración no pareció de las más acertadas. “El presidPente me elige a mí porque se da cuenta que con la política argentina a él se le hace complicado, porque no la entiende, porque tiene diferencias, por equis motivos. Y yo tengo una posibilidad mayor de dialogar”, afirmó Francos en radio Rivadavia.
Milei asimismo le aceptó la renuncia a Silvestre Sívori como número uno de la Agencia Federal de Inteligencia.
Según La Política Online, otra funcionaria que quedó en la cuerda floja es la canciller Diana Mondino, que llegó a la Libertad Avanza de la mano de Posse y arrastra un serio fracaso diplomático con China.