Luego de un lunes por la noche donde varios móviles recorrieron el centro de Posadas, hubo detonaciones (o disparos al aire) frente a la Casa Rosada e intentonas de tomar la sede de la Jefatura, 24 horas después, el martes a la noche, hubo acuerdo con más ingresos para los efectivos y retirar el acampe. Así la avenida Uruguay volvió a estar liberada al tránsito y el comercio
El comunicado llegó tarde en la noche del martes pero trajo alivio. La plana mayor de la policía provincial aparecía en un video institucional y el jefe de la fuerza Sandro Martínez decía:
“Gracias a la intervención de la plana mayor y los jefes de policía se logró el entendimiento en paz. La resolución se gestó por ese cambio de eje. Así es que se llegó a un acuerdo, con la fuerza de la razonabilidad, con los altos mandos y con los policías que no hicieron paro, los que mantuvieron el servicio y la honorabilidad de las fuerzas de seguridad. Con un diálogo que tiene nuevos aires y para bien de la sociedad, del gobierno y de las fuerzas”.
Y para refrendar sus dichos, Martínez acotaba: “El esfuerzo de nuestro gobierno provincial es magnífico, y quiero destacar que la Policía de Misiones será una de las mejores remuneradas del país. Como es de público conocimiento, nuestra Argentina atraviesa serias dificultades económicas. Es por eso que esperamos que sepa valorar el esfuerzo y a partir de allí nuestro llamado a la reflexión”.
“Esto que firmamos marca un antes y un después”, expresó Ramón Amarilla, uno de los voceros de los manifestantes al referirse al acuerdo como “histórico”. En representación del gobierno de Misiones, participaron del encuentro el coordinador de Gabinete, Héctor Llera; el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán; el jefe de Policía, Sandro Martínez; y la alcaide general, Alicia Mereles.
El acta de acuerdo llevó la firma de todos los involucrados. El mismo incluyó una mejora salarial, una amnistía que deja de lado sanciones administrativas a los agentes activos que participaron de la movida y el reconocimiento de una Mesa de diálogo con facultad de paritaria entre representantes de la fuerza y el Gobierno.
El jefe policial continuó leyendo el comunicado que todos esperaban
“Para ejemplificar el aumento, el gobierno de la provincia ha anunciado una nueva recomposición salarial establecida. El primer aumento será percibido con el sueldo del mes de mayo; mientras que un nuevo incremento será otorgado con los haberes correspondientes a junio. Para ejemplificar en dicho mes de junio, teniendo en cuenta a un agente de la zona Capital, pasará a percibir la suma de $620,501, y gradualmente hasta el sueldo de un suboficial mayor, que será de $1,082,913. En el caso de oficiales, un oficial subayudante percibirá la suma de $721,230, mientras que un comisario penal pasará a ganar $1,318,360. Acabo de aclarar que dichos incrementos tienen variantes para quienes prestan servicio en la zona centro y norte de la provincia”.
El miércoles a las 7 de la mañana, la avenida Uruguay ya empezaba a mostrar otra cara, luego de una docena de días con gente en las calzadas, carpas, fuego, humo, gomas ardiendo, música muy fuerte, falta de movimiento y ventas.
Junto a la panadería de Tambor de Tacuarí y Uruguay aún quedaban algunas estructuras en forma de tiendas o carpas. ‘¿Las vendrán a buscar o pasarán a formar parte del paisaje urbano?’ se preguntaba un transeúnte.
La noche de la usina y los cohetazos
La noche de la usina fue una premiada novela de Eduardo Sacheri en el que un grupo de laburantes hacían volar por los aires una usina eléctrica para desviar la atención. La noche del lunes en Posadas también lo fue cuando cuatro de los patrulleros retenidos por los policías que protestaban contra el Gobierno provincial salieron en caravana con un grupo de uniformados a los que el vocero del grupo, Ramón Amarilla, calificó como “eufóricos”.
Mediante un video viralizado, se puede ver cómo los vehículos se dirigieron por calle Félix de Azara, en la zona de la plaza 9 de Julio, pasando por la puerta de la Rosadita. Esto implicó usar como camino un lugar que es peatonal, o sea, no está destinado para los vehículso
En las imágenes también se escuchan algunos estruendos y por el momento se investiga si se trataron de disparos al aire efectuados por parte de los ocupantes.
La caravana también pasó frente al edificio de la Jefatura de Policía de Misiones. Para muchos, no quedan dudas: El objetivo inicial, luego de realizar ese recorrido por el centro de la ciudad con las sirenas y luces encendidas, era copar la Jefatura de Policía. Tras lo cual retornó presumiblemente a la avenida Uruguay, frente al frente al Comando Radioeléctrico UR-I, donde continúa el acampe de un grupo de efectivos policiales, penitenciarios y docentes, que ya cumplió una docena de días con el consiguiente desgaste y cansancio de todos.
Se sabe que el domingo posterior al día de la fecha patria no había casi nadie en el acampe. Esto es: sólo se hallaban la veintena de vehículos retenidos y alguna que otra persona.
Amarilla consignó que tuvo que intervenir para convencer al grupo que salió anoche desde el acampe hasta el centro de no intentar un ingreso violento a la Jefatura.
En declaraciones a La Voz de Misiones, expresó: “Nosotros (él y el otro vocero, Germán Palavecino) no avalamos la toma de la Jefatura. Nuestro reclamo es legítimo. Es por el salario. Movilizarnos a otro lado no sirve”.
“Hablamos con ellos (con el grupo que quiso tomar la Jefatura) y tratamos de que desistan. Somos todos grandes. Es el 13er día en la calle. No sé cómo el Gobierno no se despierta y trata de destrabar este conflicto”, relató.
Más adelante, señaló: “No está dividida la tropa (de los manifestantes). Solamente hay un grupo de gente que está muy eufórico”. Antes había señalado que con Palavecino intentarán conseguir el objetivo. Pero si no lo logran, cada uno sabrá que hacer. “Somos todos grande”, razonó.
Cabe mencionar que el Gobierno provincial denunció a los efectivos policiales y penitenciarios por “sedición” de los patrulleros y pidió que se restituyan los vehículos robados.
Devolución que no se concreta
Aunque los despachos de la Justicia están y la orden del juez y fiscal de la causa es clara: los vehículos retenidos deben ser reintegrados, la orden no se cumple.
La Fiscalía de Instrucción 6 de Posadas, a cargo de René Casals, solicitó esta devolución. Los pedidos fueron efectuados ante el magistrado Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6.
Casals además se refirió públicamente a la situación: hay que tipificar delitos como “incitación a la violencia”, “desobediencia de orden judicial”, “robo de vehículos (hurto y sustracción, también)” y “sedición”.
“La falta de estos móviles está afectando a la seguridad, al trabajo de la Policía que es auxiliar de la Justicia. Insto a los responsables de la manifestación a que devuelvan esos móviles para que esto no se agrave más”, insistió Casals.
Los voceros del acampe habían dicho: “Los autos están; que vengan a retirarlos cuando quieran”. Con la orden, el Fiscal se presentó en el acampe pero los choferes y otros activos se opusieron a la entrega. Allí Palavecino y Amarilla quedaron “fuera de juego”. No supieron cómo pilotear la situación y finalmente pidieron que se labre un acta para que conste que la NO ENTREGA ocurría sin la aceptación de ellos como tales. Y deslindaban responsabilidades.
El fiscal aseguró además que hay diligencias judiciales que no se pueden hacer por falta de móviles. “Hay Cámara Gesell suspendidas porque las víctimas no pudieron venir por falta de móviles que están sirviendo de asiento a los manifestantes, de atril o para cargar leña”.
Precisamente, ante esta polémica caravana hacia Jefatura, Amarilla admitió que las cosas se les estaban yendo de las manos. “Tratamos de no complicar más la situación, pero no los pudimos sujetar. La gente está perdiendo la paciencia”.
Por suerte el martes a la noche, todo cambió y el acuerdo llegó.