Así ocurrió en Oberá. Se trata de un ambientalista local que es homenajeado en vida. Comenzó como maestro en la década de 1960. La tierra roja lo manchó y ya no se fue. Hizo taxidermia con los animales que recogía. Y así cuando llegó a Oberá pudo crear el Museo de Ciencias Naturales
“Llegué a esta región en 1966, y quedé impactado con la tierra colorada y la exuberancia del monte”, relató Ernesto Maletti en una charla que mantuvo ahí en el Jardín Botánico al recordar sus inicios. “Me sentí avasallado por tanta belleza”. Al poco tiempo, se dio cuenta de que ya no extrañaba su provincia natal, Santa Fe y que “se hallaba” con la gente de aquí. Venía como docente a enseñar, pero esta tierra lo instruía a él mucho más.
Sus dos primeros lugares fueron Dos de Mayo y El Soberbio, en esta provincia. La temática ambiental ingresó a su agenda cuando nadie hablaba del tema, y lo acompaña en la actualidad durante todo y todos los días. “Siempre abordé los temas ambientales, aunque con más fuerzas a partir de la década del 70. Cuando yo llegué a la provincia el asfalto se extendía sólo hasta San Ignacio y Oberá, después era todo camino de tierra hasta los lugares donde trabajé en Dos de Mayo, en Cerro Moreno (Salto Encantado), San Vicente y El Soberbio, siempre en la zona rural, en las colonias y en contacto con los agricultores”.
En aquellos primeros pasos, el contacto con los chacareros lo marcó a fuego. “Era muy lindo, toda una aventura para nosotros que veníamos de otras provincias… Cuando probé un reviro por primera vez ya me engachó… era muy rico… Ayudaba a los plantadores a ensartar tabaco debajo de los galpones y a arrancar mandioca, cosas que allá (en Santa Fe) no conocíamos… en la escuela teníamos el desafío de enseñar a leer y a escribir a niños que no sabían el castellano”, manifestó.
Con el paso del tiempo, fue uno de los promotores de la creación del Ministerio de Ecología en la década del 80.
Así, una vez creado, fue asesor en el Ministerio de Ecología entre los años 1988 y 1989; impulsor de cursos, disertante en conferencias y otros eventos afines; gestionó la creación del Jardín Botánico Oberá junto a Mónica Rosana Szabán y Raúl Alberto Venchiarutti; conductor del programa “A favor de toda la vida” en radios de Oberá y Campo Viera; miembro de la Red de Asociación Ecologistas de Misiones, e integrante de la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento.
En un emotivo acto, y rodeado de seres queridos y vecinos que se acercaron al evento, el docente y ambientalista Ernesto Rubén Maletti fue reconocido por su trayectoria en el trabajo del cuidado y preservación del ambiente. Desde el viernes 7 de junio, el Museo de Ciencias Naturales del Jardín Botánico lleva el nombre de Ernesto Rubén Maletti.
En representación del intendente Pablo Hassan, el Secretario Coordinador del Gobierno de la Ciudad de Oberá, Diego Capolupo, y la directora de Turismo, Recreación y Cultura, Cristina Stevenson, encabezaron el acto de nombramiento del Museo de Ciencias Naturales del Jardín Botánico. Los funcionarios municipales destacaron la decisión de homenajear en vida la trayectoria de Maletti.
Por parte del Concejo Deliberante, el edil Maximilian Binder, compartió la Ordenanza Nº 3323 Expte N° 082/2024, la cual establece en su Artículo 1°: Nominar “Ernesto Rubén Maletti” al Museo de Ciencias Naturales del Jardín Botánico “Yvyrá Reta” de Oberá.
El acto finalizó con el descubrimiento de una placa, donde todas las personas que visiten ahora en más el Jardín Botánico, podrán apreciar el reconocimiento del Gobierno de la Ciudad de Oberá al ambientalista Rubén Maletti.
Un merecido reconocimiento
“En aquel tiempo era otra la relación del maestro con los alumnos y los padres. Nosotros éramos casi como un padre, éramos el remise de la colonia, éramos el enfermero porque yo sabía poner inyecciones, y también era el que con la cinta le curaba el empacho a los chicos; en los bailes, por ejemplo, las chicas nos pedían permiso a nosotros para bailar… son recuerdos que me quedarán para siempre…”
En las colonias Rubén Maletti comenzó la tarea de rescate de animales silvestres muertos que luego dieron forma al Museo de Ciencias Naturales de Oberá. “Cuando iba por la ruta y veía un animal muerto, un tamanduá, un erizo u otro animal, lo rescataba, le hacía taxidermia y lo guardaba”.
Cuando llegó a Oberá, su último destino como docente, decidió donar todo con la condición de que se creara el Museo de Ciencias Naturales, que nació el 5 de septiembre de 1981 y donde es director ad honorem desde 1986.
Su inquietud por la naturaleza lo llevó a formar parte de las filas de la Fundación Vida Silvestre Argentina; a crear la Asociación Naturaleza junto al dirigente agrario Hugo Sand y a la escritora Ema Peruzzo de Moreira (“Quitita”), entre otros, y a compartir enriquecedoras charlas y experiencias con los destacados naturalistas Juan Carlos Chebez, Luis Honorio Rolón, Andrés Johnson, Claudio Bertonatti, Andrés Bosso, el ornitólogo José Tito Naroski y Miguel Rina
