El personaje del cuento El espíritu de la selva se corporizó en la reciente Feria del Libro de la Costanera posadeña. Se trata de una historia que busca transmitir la pasión por el cuidado de la selva misionera y que fuera plasmado por Eduardo Torres.
La selva misionera tiene muchos personajes y muchas aristas. Hay más de 3 mil variedades de plantas, 27 tipos de peces, 66 clases de anfibios (ranas, lagartijas, tortugas), 114 de reptiles, más de 500 clases de aves y 124 de mamíferos, nada menos. Describirlos a todos es una tarea monumental a la que se abocó Eduardo Torres hace unos años cuando escribiera Socorro, el desesperado grito de la selva. Para hacerlo más entretenido, dio carnadura a una historia centrada en una de las aves más características de la región: los tucanes. Y así una “familia tipo” (la pareja y sus dos hijos) decide un día marcharse de su zona de confort. Aunque parezca una mera coincidencia hay que señalarlo: la trama central de Socorro tiene alto parecido con Ducks (Patos), una película animada de Hollywood que llegó en 2023: una familia de patos salvajes vive en un ambiente natural hasta que un día la jefa de la familia insiste en que tienen que salir a conocer el mundo, muy pero muy parecido al argumento de Socorro que…data de 2021.
De hecho, un grupo de docentes y futuras docentes decidió transformar la historia en diversas actividades creativas y culturales: armaron representaciones de la obra (como ser títeres o teatro) como parte de su actividad pedagógica.
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Ahí está Eduardo Torres en la Feria del Libro en la Costanera de Posadas, sentado al frente junto a una lectora (elegante con su sombrero) que lee el cuento El espíritu de la selva. Allí se presenta a Ivoty la niña criada en el medio del monte misionero y que está destinada a concebir una nueva generación de guardianes de la selva.
Así, van sucediendo los personajes como el pindó que anida a los boyeros, los colibríes y su angelical vuelo, las mariposas, las avispas, los venados, los pecaríes, los grandes felinos.
“Tenemos que defenderla y evitar la destrucción”, esa es nuestra misión, dicen los padres de Ivoty y el mensaje va para todo el que quiera oír.
“En la selva -como en la química que nos enseñaban en la escuela- nada se pierde”, recordó Torres y todo tiende a un equilibrio inestable y maravilloso. “Vean al pica-pau (o pájaro carpintero): no es que está picando la madera porque sí: ¡está comiendo unos insectos que se meten en la madera y lo que realiza es una limpieza a fondo y por eso -si tuvieran boca- los árboles agradecerían con voz sonante este servicio“.
Personas muy apreciadas por el autor, como Ricardo Argañaraz (autor de la maravillosa novela Federico Batista, matador de tigres) y su hijo Juan Pablo así como Juan Benza se acercaron al evento de la presentación de Socorro y El Espíritu de la selva y compartieron momentos de camaradería.
Como acto final, Torres no sólo mostró a los presentes sus obras realizadas durante dos décadas (se halla preparando una nueva llamada Finalmente, Dios se arrepintió) y regaló autografiados sus libros a quienes se lo solicitaron. Un gesto muy apreciado por los presentes. “No me interesa hacer negocios con ellos -enfatizó Balero- sino que se lean. Ese es mi objetivo”.
