Nunca se consumió tan poca carne en los últimos 30 años; este dato se suma a las caídas en el consumo de leche, yerba y vino, además de medicamentos. Y se sumaron las verduras. Misiones quedó con uno de los descensos más fuertes del país
Ningún sector se salva. En esas cuatro palabras se resume el estado actual de la actividad económica nacional vinculada al consumo. Una gran cantidad de población tuvo que prescindir de compras habituales para pagar los montos de facturas de servicios (televisión por cable, internet, seguros, electricidad, agua, tarjetas, telefonía celular, educación y prepagas) y debió postergar (o bajar) hasta el extremo el consumo de bienes alimenticios. Ni siquiera en anteriores crisis económicas, se dio este fenómeno. El dato es que, a la hora de hablar de consumo masivo ningún rubro quedó salvo.
Eso visto desde la óptica del consumidor, algo que no difiere “del otro lado del mostrador”: las ventas de los supermercados y los comercios de barrio (negocios de cercanía como almacenes y autoservicios) tuvieron una caída del 10% en mayo comparado con el mismo mes del año pasado. La caída se dio, casi en igual proporción, tanto en las grandes cadenas de supermercados como en los autoservicios “chinos” y almacenes de barrio.
Esto última significa claramente que el consumidor dejó de comprar (o compró menos): esto es, no es que dejó el comercio de barrio por el gran supermercado o viceversa. Simplemente, dejó.
Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) señaló en declaraciones radiales: “El consumo de carne ha caído, pero no solo eso sino que ha caído el consumo de alimentos en general. Según los economistas la pérdida del poder adquisitivo de los últimos seis o siete meses es del 13%, lo que afecta a todos los productos de la canasta básica”.
En el caso de la carne, desde la Cámara que nuclea a los productores señalaron que exceptuando los primeros cinco meses de 2020, el consumo de carne fue el menor de las últimas tres décadas.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura determinó que en abril del 2023 se vendieron al mercado interno 607.348 hectólitros de vino, mientras que en 2024 la cifra apenas alcanzó 539.944 hectólitros, lo que muestra la caída en el consumo de 11,1%.
El consumo de leche fluida cayó un 19,6% en el primer trimestre y el de leche en polvo bajó un 30,4% comparado con el mismo periodo del año anterior.
La venta de yerba mate cayó a sus mínimos históricos desde, por lo menos, el 2018. Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en abril las compras de la cadena comercial a los productores de yerba (presentado como a salida del molino) fue una de las más bajas: el volumen de yerba mate elaborada que salió de los molinos fue de 18,5 millones kilos, mientras que en abril del 2023 fue de 23,5 lo que representó un 23 por ciento menos.
En la región, Formosa y Misiones lideraron las caídas.
Según el reporte de Politikón Chaco, los rubros donde las ventas en Misiones fueron más castigados fueron carne, rotisería, panadería.
En tanto, uno de los rubros con menor caída de ventas fue el de las bebidas.
