Aunque el gobierno de Javier Milei viene peleando desde hace seis meses por la iniciativa, al fin lograda, en la vida diaria no se notarán demasiados cambios. Lo único bueno, por ahora, es el descenso de la inflación
Julio empieza con la Ley Bases aprobada y… aumento de los combustibles porque hay un impuesto que aplicar. Nada nuevo bajo el sol, pareciera ser el mensaje.
Tributos, control (o no) de cambios, blanqueo de capitales, Ganancias: todo parece orientarse a un grupo acotado de intereses, en los que el Gobierno ha puesto su foco para esta época de transiciones. La Ley Bases tiene su aprobación en el Congreso junto con el paquete de medidas fiscales.
Todo lo nuevo está enancado en el eslogan de Javier Milei: “no hay plata”. Esto es, al no haber una emisión desenfrenada se deja de enviar fondos para cualquier iniciativa. Y la búsqueda del Santo Grial es lograr el equilibrio fiscal: como en cualquier familia o empresa, lo que entra ($$) debe superar o ser igual a lo que sale ($$). Y así como se restringen los gastos, también se busca aumentar el cobro de impuestos.
La promesa electoral fue la de reducir impuestos pero por ahora, todo se reduce a incrementar alícuotas de tributos
¿Hay una contradicción con lo planteado en campaña? Hay. Porque se prometió que venían a reducir o quitar tributos. Y por ahora, esto no aparece como evidente.
La promesa de quitar tributos aparece en el horizonte de mediano plazo para el impuesto País. O sea, para la compra de moneda extranjera, la Nación cobraba un tributo. ¿Y quiénes pagaban eso si no eran quienes más tenían? En la gente de a pie, esa quita no tendrá ningún efecto en su vida diaria.
“Creo que sí habrá cambios y son importantes -aclaró el contador Raúl Karaben en Posadas- en la cuestión de la Reforma Laboral. Estos es más que interesante. Porque uno de los problemas que tiene Argentina es el de los costos laborales. Cada vez que se paga un sueldo, hay una significativa cantidad de dinero que queda en el camino para las obras sociales, los sindicatos y Anses. Así, nadie queda conforme: ni el empleador por lo que aporta, ni el trabajador por lo que recibe”.
Es un diagnóstico preciso que da Karaben.
“El tema de la Reforma Laboral impacta porque los costos laborales de Argentina constituyen un tema más que interesante”, dijo Raúl Karaben
Por lo pronto, el paquete fiscal establece una vuelta del impuesto a las Ganancias (quitado por el gobierno anterior casi al finalizar el mandato). El mínimo no imponible será de $1.800.000 brutos para los solteros y de $2.200.000 para los casados con hijos. Así, con alícuotas que van del 5% al 35%, volverán a pagar este tributo alrededor de 800 mil trabajadores que habían sido eximidos el año pasado. Naturalmente aquí se está hablando de empleados y obreros con un buen nivel de salarios. Los que mejor ganan. Si se deja de lado la cuestión filosófica de que un salario no es una ganancia (sino una retribución al factor trabajo), puede apreciarse que quienes serán castigados con esta norma son los que mejor ganan en el país.
Con Ganancias, se vuelve a impactar en casos como personal, empleados y obreros que mejor están pagados.
Casi lo mismo con otro impuesto. En cuanto a los monotributistas, sus escalas y montos de facturación se incrementarán hasta un 400% desde julio. Las cuotas a pagar subirán en la misma proporción, y se actualizarán semestralmente según el índice de precios al consumidor. Así, la categoría más baja (A) podrá facturar hasta $6.450.000 anuales -actualmente era de $2,1 millones-, y el monto máximo de facturación para la categoría más alta (K) será de $68 millones.
La ilusión del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) es fundamentada. Las obras públicas y privadas podrán ser fondeadas con aportes de capital privado. Y los rubros fueron precisados: la forestoindustria (esto interesa y mucho en la región de Misiones donde se halla el mayor cluster forestal del país), la infraestructura, la minería, la energía, la tecnología, el turismo, la siderurgia, el petróleo y el gas tienen la oportunidad de inscribirse.
Si se habla de blanqueo de capitales se vuelve a lo mismo de otros gobiernos anteriores: medidas que benefician (o hacen foco) en quienes más tienen (empresas o personas) y que en poco impactan en la vida diaria de la gente: “El único blanqueo que conozco -dijo un ama de casa- es cuando la harina para hacer los fideos se me cae arriba de la planchada”.
“El único blanqueo que conozo -dijo un ama de casa- es cuando la harina para hacer los fideos se me cae arriba de la planchada”
Los cigarrillos seguirán aumentando… por suba de impuestos. Nada nuevo bajo el sol.
Así, en la (dura) vida diaria, la mayoría de los argentinos percibe un freno en el alza de los precios. Esto es: dejaron de crecer y eso se plasma en los índices inflacionarios que se vienen dando. En algunos casos, hay retrocesos en los valores (el arroz, la yerba) así como en los productos estacionales (frutas y verduras: en estos días, tomate y papa). Pero en general, los precios (aunque no se mueven) siguen por las nubes y -por lógica- el consumo cae.