Toda su historia está marcada por el deseo de hombres de buena voluntad que vinieron a hacer crecer esta tierra y a vivir tranquilos. En paz. Así la declaró la Legislatura provincial. Se trata de una iniciativa del diputado Rafael Pereyra Pigerl, aprobada en la sesión de la Cámara de Representantes de Misiones.
Durante las primeras décadas del siglo XX, los primeros inmigrantes europeos llegaban a Yerbal Viejo. Así se denominaba a Oberá en esa época, y se asombraban de sus “árboles de valor y buen suelo”. Así se fue transformando en la mayor colonia sueca de América Latina. Muchos cruzaban el río Uruguay y dejaban atrás la inestabilidad política en la flamante nación del Brasil. Sobre el centro de este territorio transitaba la ruta nacional 14 y a sus costados había terrenos fiscales a los que se podía acceder. Así empezó todo.
Yerbal Viejo pasó su denominación a la más brillante de Oberá y creció y creció. Los llegados de tantos lugares no tenían problemas de integración. Nunca los hubo.
Así se fue transformando en la mayor colonia sueca de América Latina. Si hasta la hermana Sigrid se destacaba como un “Ángel blanco” que recorría las colonias para llevar alivio y salud a los habitantes.
Luego arribaron desde otras naciones europeas, además de japoneses, árabes, brasileños y paraguayos. A mediados de siglo, la ciudad siguió creciendo, con el aporte de profesionales, docentes y empleados públicos.
Rafael Pereyra Pigerl fue el diputado autor de la iniciativa. También destacó que en Oberá se realiza anualmente la Fiesta Nacional del Inmigrante, que constituye el mayor festejo de identidad cultural del país, con más de 15 colectividades que mantienen su cultura y tradición. Y recordó cuando el Papa Benedicto XVI creó la Diócesis de Oberá el 13 de junio de 2009.
Oberá es símbolo de hermandad y constituyen un ejemplo de convivencia, en cuestiones religiosas, los 70 templos que hay en la ciudad
Citó el libro “Sobre el Cielo y la Tierra”, que contiene opiniones del Papa Francisco sobre la familia, la fe y el papel de la Iglesia en el siglo XXI, donde se considera que Oberá es “un símbolo de hermandad” y se menciona, como ejemplo, la convivencia entre los 70 templos que existen en la ciudad.
“Misiones es una provincia fundamentalmente de inmigrantes y pueblos originarios, y Oberá tiene la mayor diversidad de comunidades, de distintos países que pudieron hacer la cultura del encuentro”, agregó el legislador.
“Oberá es el epicentro de la provincia, por eso es elegida la Capital de la Paz. Este proyecto es un homenaje a nuestros padres y abuelos. Esto es Misiones. Es nuestro ADN”.
“Oberá es el epicentro de la provincia y capital de la paz. Esto es Misiones y es nuestro ADN”, dijo Pereyra Pigerl
Por su parte, el intendente de Oberá, Pablo Hassan, expresó su alegría por la sanción de esta ley que “declara a Oberá como Capital de la Paz porque es un concepto que está muy arraigado en la ciudad, en su historia, en su conformación, en su tradición, en su cultura y que a través de esta norma nos permite también llevar este concepto hacia otras ciudades”.
“Hace un tiempo nos visitaba gente del gobierno nacional, sociólogos que nos decían que el caso de Oberá es un caso de análisis, porque no se conocen otros casos en donde tanta diversidad cultural esté concentrada en una ciudad de 90 mil habitantes”.
