Cuestionadas, las vacunas sin embargo son las portadoras de vidas más enteras e íntegras. Y en casos, de la existencia misma. Se estima que de mínima 154 millones de personas (la mayoría menores de cinco años) ya pueden seguir sus vidas
El siglo XX vio llegar el aumento de la expectativa de vida de menos de 40 años al doble en la mayor parte de la humanidad basada en tres pilares: agua potable, cloacas y vacunas. Así de sencillo: una nueva investigación encabezada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontró que las vacunas de 14 enfermedades diferentes han salvado aproximadamente 154 millones de vidas en los últimos 50 años. La mayoría han sido de niños menores de 5 años y cerca de dos tercios de niños menores de 1 año.
En 1974, la Asamblea Mundial de la Salud lanzó el Programa Ampliado de Inmunización con el objetivo de vacunar a toda la niñez contra la difteria, el tétano, la pertussis (tosferina), el sarampión, la poliomielitis, la tuberculosis y la viruela para 1990, señaló un informe de la BBC.
El programa luego fue expandido para incluir otras enfermedades.
La modelización, que marca 50 años desde que este programa se estableció, demuestra que un niño menor de 10 años tiene casi un 40% más de probabilidad de llegar a su siguiente cumpleaños comparado con lo que pasaría si no tuviéramos vacunas.
Lo que soslayó el reporte es que en muchos casos, con los mitos transmitidos por redes sociales mucha gente del primer mundo dejó de vacunar a sus hijos. Una escena de Doctor House fue muy elocuente: El famoso médico revisa a una criatura de un año y medio. “Está bien de salud”, le dice y agrega: “Me puede dar el carnet de vacunaciones de su hijo…”
Y la mujer responde: “No, doctor. No lo hemos vacunado nunca de nada” Y a modo de explicación: “¿Sabe qué pasa? No queremos dar dinero a la industria farmacéutica. Por eso no lo hacemos…”
A lo que House replica. “Ah, bueno. Lo más probable es que terminen dando su dinero a la industria de los féretros infantiles…”
Por caso en 2024, si las tasas de vacunación continúan disminuyendo, el sarampión puede volver en Estados Unidos, advierten los expertos en salud. La información errónea sobre las vacunas es en parte la causa de esta disminución, advirtieron.
Una persona mayor de 50 años tiene un 16% más de probabilidad de celebrar su siguiente cumpleaños gracias a las vacunas.
Los investigadores desarrollaron modelos matemáticos y estadísticos en los que ingresaron datos de la cobertura de vacunas y cifras de población de 194 países entre los años 1974 a 2024. No todas las enfermedades se incluyeron (por ejemplo la viruela, que fue erradicada en 1980, quedó excluida).
El análisis incluye las vacunas de 14 enfermedades, 11 de las cuales estaban incluidas en el Programa Ampliado de Inmunización.
Para algunos países, vacunas adicionales como las de la encefalitis japonesa, la meningitis A y la fiebre amarilla fueron incluidas, ya que estas enfermedades contribuyen a una grave carga de trastornos en ciertos ámbitos.
Las modelizaciones se usaron para simular la propagación de las enfermedades desde 1974 hasta ahora, a medida que las vacunas eran introducidas, para cada país y grupo etario, incorporando los datos con el incremento de la cobertura de vacunas a lo largo del tiempo.
Los niños son los grandes beneficiados de las vacunas.
Desde 1974, las tasas de mortalidad en la niñez antes de cumplir su primer año se han reducido en más de la mitad. Los investigadores calcularon que casi un 40% de esta reducción se debe a las vacunas.
Los efectos han sido mayores en los niños nacidos en los años 80 debido a los esfuerzos intensos que se hicieron globalmente para reducir la carga de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y la tosferina.
Un 60% de los 154 millones de vidas salvadas hubieran sido perdidas al sarampión. Eso se debe probablemente a la habilidad de la enfermedad para propagarse rápidamente. Un individuo con sarampión puede contagiar a entre 12 y 18 personas.
El estudio también encontró algunas variaciones en diferentes partes del mundo.
Por ejemplo, los programas de vacunación han tenido un impacto mayor en las perspectivas de vida en países de bajos y medianos ingresos y en entornos con sistemas de salud más débiles como en las regiones del este del Mediterráneo y África.
Estos resultados resaltan el papel importante que juegan las vacunas en la equidad sanitaria.