“No sirven para nada”. Así lo aseguró Guillermo Francos, jefe de Gabinete. Se avanzará con la implementación de la boleta única de papel. Las últimas significaron 52 millones de dólares
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ratificó que el Gobierno avanzará con la implementación de la boleta única de papel y la eliminación de las PASO, al advertir que el mecanismo conocido con las siglas PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) o primaras “no sirven para nada”.
“Las PASO no han servido para nada, se implantaron solamente como un gasto más. En las últimas se gastaron 52 millones de dólares, calculo, en una PASO que no sirvió para nadie, salvo para la elección de Juntos por el Cambio (JxC), donde debatían dos propuestas diferentes, pero para el resto de las fuerzas no significaban nada”, planteó Francos al exponer ante los empresarios del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP).
El mecanismo consiste en un sistema electoral en la Argentina que se adoptó desde el 2011 para dirimir candidaturas dentro de las coaliciones.
Pero Francos lo sabe: Para ello va a necesitar del apoyo de una parte importante de la oposición amigable que colaboró en la sanción de la Ley Bases, y que para ratificar su espíritu cooperativo fue hasta Tucumán a pasar frío en la firma del Pacto de Mayo.
Desde hace trece años, las PASO pasaron a formar parte del paisaje político argentino sin hacer demasiados aportes, excepto el de constituir una muestra -casi del mismo tamaño que la población total- para ver cómo está el electorado. Y en muchos casos, adelantar caídas de gobierno sin importar que no constituían elecciones en sí. De hecho, las primarias en Estados Unidos constituyen el modelo para seleccionar un candidato a presidente y se van haciendo estado por estado. En la Argentina, NO. No es así porque a veces un partido o coalición decide internamente quién será el candidato (en 2019, por caso, Cristina de Kirchner ungió por sí misma al candidato a presidente y ella se ubicó en el segundo lugar: la pregunta es ¿de qué servía una PASO si no era para saber cómo estaba posicionada esta fórmula en el electorado pero nunca para decidirla porque eso ya estaba hecho?
Naturalmente a los políticos les interesa saber cómo está el electorado. Qué opinan y qué desean. Para eso suelen recurrir a las consultoras que realizan encuestas y sondeos de opinión. Y pagan por ello. En este caso, era el país con el aporte de los contribuyentes el que pagaba por esas averiguaciones. Un mal negocio para la gente.