En esa fecha se produce la Reconquista de Buenos Aires luego de la Primera Invasión Inglesa. En otras épocas llegó a ser un feriado nacional. Hoy no se la recuerda ni festeja. El hallazgo: la única película que habla del histórico hecho, hoy disponible para ver desde estas páginas.
La Reconquista de Buenos Aires ocupada por los ingleses es uno de los hechos fundantes de la nación, escribe Pablo Yurman en Infobae. Sin embargo, no se evoca con la fuerza que lo amerita un acontecimiento que tuvo al pueblo de Montevideo y de Buenos Aires -entonces uno solo- como protagonista y héroe.
Miles de hombres de distintas procedencias se transformaron en improvisados soldados, y se sumaron a pocas las tropas virreinales existentes, a las que se sumaron los niños, ancianos y mujeres que participaron activamente en las acciones de la recuperación. El centro de la antigua ciudad iba convirtiéndose en una trampa para los británicos sin que ellos lo advirtieran.
Santiago de Liniers, héroe de la resistencia, relataría: “Aquella multitud de pueblo que se me agregó en el corto tránsito de los mataderos de Miserere al ventajoso punto del Retiro, ocupado con denuedo, me facilitó derrotar y amedrentar al enemigo, por el singular esfuerzo con que sacaron a campo limpio la artillería detenida y atollada en los albardones y pantanos. Se fue aumentando considerablemente, así en el acampamiento del Retiro, como en las calles de la ciudad. De modo que me vi rodeado en la plaza mayor de un cuerpo inmenso de guerreros, cuyas voces de avance, avance confundían casi el estruendo de la artillería y llenaban de horror al enemigo.”
En otras épocas el 12 de agosto supo ser feriado nacional -señala Yurman- recuerdo del día de la Reconquista de Buenos Aires, cuando en 1806 los criollos retomaron el control de la capital del Virreinato, tras su ocupación durante algunas semanas por tropas inglesas al mando de William Carr Beresford.
El famoso cuadro “La Rendición de Beresford” pintado por el francés Charles de Fouqueray por encargo del gobierno nacional para los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo sintetiza magistralmente el hondo significado de aquella jornada gloriosa: el militar inglés vencido entrega su sable en actitud sumisa, y un altivo Santiago de Liniers, comandante en jefe de las fuerzas criollas, rechaza el ofrecimiento como gesto de caballerosidad hacia el vencido.
Y finaliza Yurman: Resulta curioso que un hecho de semejante trascendencia histórica no sea mucho más evocado por el mundo de la cultura, en general, y por el cine en particular.
La excepción es la película “La muerte en las calles”, de 1957, dirigida por Leo Fleider. Pero desde entonces nada se ha hecho por rescatar del olvido semejante hecho glorioso.
Pero para lectores curiosos y ávidos de cine, la película La muerte en las calles llega hoy a ponerse a disposición de quienes deseen verla.
https://www.youtube.com/watch?v=QbsEwgR6ZOM&t=2320s
Existe además una novela sobre el tema realizada por la escritora argentina Gabriela Margall llamada Si encuentro tu nombre en el fuego. En la misma, se trata la misma temática. En este caso, un espía inglés llega a Buenos Aires tres meses antes del desembarco de las tropas de su país. Pero los hados tienen otro destino para él: se cruza con una bella porteña y el enamoramiento es mutuo con lo que la trama se complica.
En la trama, Margall termina describiendo la (poca) aceptación que hacen los porteños (básicamente, españoles y franceses mezclados con criollos) a los nuevos dueños de la ciudad. Y aunque Beresford anuncia que habrá libertad de comercio (para que Inglaterra venda todo lo que desee en Buenos Aires) la mala onda persiste: el resentimiento entre ingleses y españoles es muy antiguo.
Pero la novela muestra la vida cotidiana de los porteños en 1806 y las ideas políticas que dividían a la sociedad de la época. También se tocan temas, como el rol de la mujer en la sociedad, la esclavitud, el monopolio comercial con España y el contrabando