Pese a ser el registro más bajo de los últimos dos años y medio, el 4 por ciento registrado en julio continúa evidenciando niveles muy superiores a los esperables. Se da en medio de una contracción de fondos, falta de liquidez en la plaza, recesión económica y aumento súper alto de servicios.
En el lejano enero de 2022, en medio del confinamiento y mientras la mayoría de la población encerrada se hallaba esperando los turnos de vacunación contra el COVID, la Argentina tuvo 3,9 por ciento de inflación. Nadie se dio cuenta en ese aciago instante. Pero deberían pasar dos años y medio (y la llegada de un gobierno de distinto signo político) para que (apenas) se volviera a ese nivel de suba de precios. Pese a los negacionistas, ya se sabe: imprimir billetes sin respaldo acarrea inflación. Julio de 2024 tuvo una inflación de 4%. Y es la más baja de los últimos 30 meses.
El cuadro es claro: recién en los últimos cuatro meses se llegó a registros en torno al 4 por ciento.
El detalle es aportado por economistas consultados por BaeNegocios. “Dejando afuera al detalle simbólico de los decimales, y de si empieza con 3 o con 4, entre analistas destacan, en primer lugar, que si no hubiese habido suspensión del ajuste de tarifas en julio la inflación habría sido del 4,9% y, en segundo, que en adelante será mucho más difícil encontrar un sendero de desaceleraciones tan claras”.
Es que pese a la caída de la demanda, varios sectores productivos se resisten -siquiera- a mantener los valores y continúan aumentando. En alimentos, el ejemplo más claro está en el rubro lácteos. Pero no es el único.
Eso por no hablar de otra cuestión significativa: una cosa es que los precios dejen de subir (menos inflación) mes a mes o que bajen de un período a otro (deflación) y otra es tener en cuenta que esos valores ya se encuentran en niveles altísimos y que al consumidor se le ha tornado carísimo comprar muchos alimentos de la canasta básica.
¿Cómo se estaba a inicios de 2024?
El gráfico a continuación lo muestra.
La inflación en diciembre -cuando se produjo el cambio de mando en el Ejecutivo- fue de 26,5 por ciento y el primer mes completo de Javier Milei llegó a 20,6%. Así, en el período enero-julio el acumulado directo (la suma de porcentuales) da 66,4%, pero como es interés compuesto (interés sobre intereses) el total de esta ingrata matemática financiera acumula 87 por ciento.
“El” rubro de julio
Hoteles y restaurantes fue el rubro que más subió en julio. Es claro, la temporada alta de invierno hace mover para arriba los precios.
Así, Restaurantes y hoteles (6,5%), impulsado por las vacaciones de invierno. Bebidas alcohólicas y tabaco le siguieron con un 6,1%, debido al alza en los precios de los cigarrillos. Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles completaron el podio con un 6%.
Los últimos doce meses han sido crueles para el bolsillo argentino. El período que va desde el 1 de agosto de 2023 hasta el 31 de julio de 2024 acumuló una friolera de 263 por ciento anual. Pero el detalle que se aprecia a continuación es claro: lo que más subieron fueron los servicios
A la clase media argentina le está costando un montón mantenerse. Como decía Lewis Carroll (autor de Alicia en el país de las maravillas), “En este sitio hay que correr mucho para estar en el mismo lugar”.
