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jueves, noviembre 21, 2024

Alberto y la cama: un romance presidencial

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El expresidente Alberto Fernández quedó en el centro de atención por su afición extrema por el sexo casual y erigido desde el poder.

Cuando Carlos Menem hizo campaña política en 1989, se reconcilió con su esposa Zulema, la subió al Menemóvil y pasearon juntos; pero en cuanto ganó, la echó de la casa de gobierno. Volvía a estar disponible para la amplia gama de ofertas sexuales que se le iban a acercar en su decanato al frente del poder ejecutivo nacional. “Ahora es rubio y de ojos claros”, decían con sorna mientras el mandatario se hacía retoques estéticos y recibía a una desvanecida María Julia Alsogaray en sus brazos. Y desde ella, toda la movida de pizza y champán de los años 90 se acompañó con un presidente de intensa vida sexual (no solía hacer distingos entre artistas, actrices, modelos, periodistas y un largo etcétera).

Joseph “Joe” Kennedy era el líder irlandés del clan. Era poderoso y se dio el lujo de viajar a Europa en los años 20 en un buque donde por un lado iban su esposa e hijos y por el otro, llevaba a su amante Gloria Swanson. Y les dejó claras instrucciones para sus hijos varones: “Tengan sexo todas las veces que puedan“. Y John Fitzgerald (el que llegó a Presidente) siguió al pie de la letra esos consejos.

Ni hablar de los otros presidentes de Estados Unidos (casi ni uno se salva) y en la Argentina, Domingo Sarmiento cuando viajaba a Europa apuntaba sus gastos en prostitutas claramente para rendir cuentas cuando volviera al país. En su Libro de gastos constaban las partidas.

El caso de Alberto Fernández, empero, tiene sus bemoles. No se divorció de su pareja (como le sugirieran los amigos asesores) y mientras encerró al país alzando su dedito admonitorio, se dedicaba a una maratón de encuentros sexuales con todo lo que anduviera cerca.

“Con el dedito, no”. Alberto encerró a los argentinos y liberó sus fantasías sexuales

La nota Sexo, mentiras y videos en el palacio presidencial de Jorge Liotti publicada en La Nación resulta esclarecedora al respecto.

“Una mezcla de retratos desmesurados que parecen extraídos de viejas películas, partes de la Dolce Vita, fragmentos de La decadencia de Roma y varios tramos de Sexo, mentiras y videos. El Presidente que arrancó como un estadista en la pandemia y terminó como una caricatura, cobijó detrás de una gestión defectuosa una trastienda indescriptible, que ahora se empieza a difundir por retazos, pero que desde ese entonces era vox populi“, describió Lotti.

AF llegaba tarde (igual que Cristina Fernández) a Casa de Gobierno. Cerca de las 11 de la mañana. Y luego del almuerzo se ausentaba a su departamento en Puerto Madero. Nadie debía acompañarlo. Iba y se quedaba varias horas de siesta. Los colaboradores temblaban, claro está.

Sofía Pacchi aparecía muy cerca de Alberto Fernández pero era amiga de Fabiola Yañez

“Horas en las que el Presidente quedaba completamente fuera del radar. Juran que nunca le preguntaron quiénes eran esas dos “asesoras” voluptuosas a las que veían frecuentemente en la antesala de su despacho. Tampoco él les mostró los videos íntimos que grababa con su celular, pero sí recuerdan que entre ellos se decían cuando Fabiola viajaba a Misiones: “Hay que buscarle agenda a Alberto para que no haga macanas”. Sus amigos de más larga data afirman que el tema de las mujeres no era materia de conversación entre ellos.

Con Luciana Seput: él asistía a sus clases en José C. Paz.

Nunca imaginaron un affaire con Sofía Pacchi, amiga de Fabiola, como sugieren los últimos chats que cruzó con la exsecretaria presidencial Ana Hernández, con quien también habría tenido una relación. Ni las razones por las que contrató a la azafata Grisel Tamborro, ni por qué le interesaba tanto ir a la clase de la profesora Luciana Seput en José C. PazTampoco lo podían convencer de evitar ciertas exposiciones públicas inconvenientes “, relató Lotti.

Definitivamente, Alberto Fernández tenía la libido a flor de piel y no le importó nada. Ni el hecho de que su esposa estuviera embarazada. “Uno de los hombres que más lo quiere lo define así: “Nos mintió todo el tiempo. Nos daba esos argumentos sin que se le moviera un músculo. Algunas cosas adivinábamos, otras recién las conocimos ahora. No supimos hasta que se informó oficialmente que Fabiola estaba embarazada, no sabíamos que estaban separados, y mucho menos que le pegaba”, relató Lotti.

La azafata Grisel Tamborro

Aquí vienen las comparaciones con Carlos Saúl Menem que gozaba intensamente de su perfil y de sus conquistas. AF no fue así. Lo suyo tenía un lado psicopático bastante oscuro. “Alberto no se mostraba como un seductor que disfrutaba de sus hazañas al estilo Menem, sino más bien como un alma solitaria que buscaba ser querido. Era una actitud más de víctima psicópata. Sus relaciones con las mujeres eran siempre turbulentas, cargadas de coqueteos e histeria”. Algo de todo eso se infiere del video con Tamara Pettinato.

Porque está claro: Todo se desencadenó a partir del video de la periodista hija del famoso músico Roberto Pettinato. Ella sentada en el sillón de Rivadavia. “Acá hay un villano y no soy yo”, se defendió. No tuvo en cuenta que otros periodistas ya habían fichado tres visitas suyas en plena pandemia y en horarios non sanctos. “No aclares que oscurece”, sería el consejo.

Cecilia Hermoso. La chica que manejaba las cuentas del Presidente

Como Fabiola Yañez no se quedó en chiquitas, contrató a Cecilia Hermoso, como community manager ¡para Dylan!, el perro de la pareja. Y ella fue nombrada para realizar comunicación en las redes. Pero fabiola ahora denuncia: “Ella fue una de las amantes de Alberto Fernández había tenido una designación EXCEPCIONAL porque no reunía los requisitos mínimos para el cargo. Se trata de Cecilia Hermoso, quien había sido designada desde el comienzo del gobierno de Alberto Fernández, en diciembre de 2020, como Directora de Comunicación Digital”

Para ir pasando en limpio, Liliana Franco la periodista que cubre Casa de Gobierno enumeró seis amantes para AF. Pero no las identificó. Pareciera que se queda corta.

Alberto Fernández estaba fascinado con la artista Florencia Aise, contaban sus asesores

Y luego aparecía Ana Hernández que se había transformado en una segunda secretaria personal más allá de María Cantero.

Ana Hernández, otra cercana compañía de AF

La mirada en perspectiva es que luego de la derrota en las PASO de 2021 todo vino en caída y el Presidente perdió los frenos inhibitorios.

Yolanda Araujo es estilista. O sea, trabaja de coiffeur. Pero gracias a sus contactos con el Presidente fue nombrada en la Central de Atucha. La bautizaron Peluquera radioactiva. Encontrar a Yolanda Araujo en internet es casi imposible, solamente exhibe su escultural cuerpo pero no revela sus rasgos faciales.

Luciana Seput en un evento en José C. Paz. Alberto cuando podía iba para esa localidad

Alberto sucumbió a sus deseos más íntimos y les quitó todos los frenos inhibitorios. El poder tiene esa condición.

El famoso rey David, máximo héroe de los judíos vio a una hermosa mujer llamada Betsabé y la deseó. No le importó que fuera casada y que el esposo de ella luchaba para defender el país que dirigía David. La buscó y la poseyó. Y hasta la embarazó. Hizo venir del frente de batalla al esposo (Urías) para que estuviera con ella y así el hijo concebido pareciera de él. No pudo ser y mandó matar al hombre. Si ese es el máximo héroe de una nación (más allá de los pecados, tenía todo el código penal encima y podían caberle tantos castigos como se pueden imaginar) no es difícil de creer lo que pasó con un presidente de un país empobrecido y que quedó loco nadando en su libido mientras golpeaba a su pareja embarazada…

El link de la nota de Jorge Lotti es el siguiente https://www.lanacion.com.ar/politica/sexo-mentiras-y-videos-en-el-palacio-presidencial-nid18082024/

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