El precio de los cortes de carne vacuna se disparó. La caída del poder adquisitivo impactó en la dieta. Volvieron los tarjeteos para estirar la financiación
Un paquete de 500 gramos de tallarines o spaghettis de una marca líder puede conseguirse por menos de 1000 pesos. Con un puñadito de carne molida (o una pieza de pata muslo) algo de cebolla y tomate se obtiene una salsa de primera calidad con los fideos recién hervidos. Una comida excelente, nutritiva pero con pocas proteínas. Así van yendo las tendencias en alimentos en las familias del país.
La caída del poder adquisitivo y la consecuente pérdida de poder de compra motivó un cambio en los hábitos de consumo. No se trata solo de la elección de segundas o terceras marcas sino que comienza a desplazarse la dieta de los argentinos.
De acuerdo al relevamiento que realizó CAME, las ventas del rubro Alimentos y Bebidas bajaron 20,9% anual en julio, a precios constantes y acumulan una caída de 21,7% en los primeros siete meses del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual disminuyeron 2,5%. El ramo bebidas fue el más golpeado, donde las ventas se desplomaron.
Pero el informe añade datos que apuntan al comportamiento del consumo por el costo de los productos. “La gente reguló sus compras, aprovechó ofertas en los mayoristas, se pasó a segundas y terceras marcas, o adaptó sus comidas a platos más económicos y rendidores“, indicó el informe mensual de la CAME.
Tarjeteo y después
“Y, sí. Espero los últimos días del mes -cuenta Marcelo, un empresario Pyme de provincia de Buenos Aires-, veo la fecha cuando cierra mi tarjeta y ahí vamos con mi señora a Jumbo o Carrefour. Y, sí, es una buena compra pueden ser 150 mil o 200 mil pesos que después estiro la financiación…”
La venta de supermercados subieron 21% en julio con pagos en tarjetas de crédito que venían en caída tras la irrupción de los medios digitales de pago (QR y del estilo Mercado Pago).
En particular, se detuvo en el consumo de alimentos. “En carnes hubo una merma fuerte, en todas las variedades (bovina, porcina y aviar). Mientras, en el rubro almacén, fideos, arroz, polenta, fueron productos más buscados que lo habitual”, señalaron en BaeNegocios.
A mediados de julio, un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) señaló que el consumo aparente de carne vacuna por habitante en junio de 2024 cayó un 16.7% interanual, y registró el menor volumen de los últimos 13 años.
Durante los primeros seis meses de 2024, el consumo de carne vacuna descendió a 44.7 kilos por habitante.” Igual sigue siendo el más alto del mundo.
En la Argentina en ocho de cada diez hogares se consumen pastas. Y estas representan hasta el 6 por ciento de todo lo gastado mes a mes.
El consumo nacional de pastas secas es de 7 kg./hab./año, y presenta características estacionales, y es mayor en el invierno. El consumo se encuentra dividido en 96% pastas secas envasadas, (el clásico paquete de medio kilo de fideos entre spaghettis, tallarines, fideos guiseros y fideos soperos) 3% con salsas y 1% deshidratadas.
Un dato adicional: la gente no mira más las marcas. Primero compara precios. Y luego recién decide las compras. Con una caída en el poder del compra de hasta el 14%, jubilados y pensionados fue uno de los segmentos que más debió ajustarse tras la devaluación.
“Con subas de precios que no acompañan a los ingresos, el 82% de los consultados dijo comprar sus marcas preferidas solo si tienen descuentos o están en promoción”, aseguró Estefanía Lestanquet, Account Manager de esa división de Kantar.