Fue por la salida de Fernando de la Rúa en 2001. El expresidente (2002-03) aseguró que el mandatario actual debería repensar su actitud porque “puede terminar en otro tipo de violencia”. Rechazó además las expresiones de Milei acerca de que él (Duhalde) y Alfonsín pergeñaron un golpe contra de la Rúa
Eduardo Duhalde decidió recoger el guante: aseguró que Milei “tiene problemas con todo el mundo” y que debería parar de pelear porque, si sigue así, “el final puede ser malo”. Además, negó cualquier intento golpista en su momento y sostuvo que con De la Rúa tenían una relación “casi amorosa” y “buena”.
“El Presidente (Milei) es así, no puede estar sin pelear. Estos días fue conmigo y después tiene problemas con todo el mundo. No puede vivir sin pelearse”, aseguró en Radio Mitre Duhalde. En esa línea, indicó que en sus más de 50 años de vida política no se enemistó con nadie y que solo una vez le dijo a un expresidente -por Alberto Fernández- que estaba “grogui”, y después le pidió disculpas personal y públicamente.
Y ahora continuó con Milei.
“Las cosas empiezan así y no se sabe cómo terminan. La violencia verbal puede, y ojalá no pase, terminar en otro tipo de violencia, que es lo que tenemos que evitar. No sirve para nada. Sirve sí para poner en riesgo que haya más violencia. Hay mucha en la sociedad, originada porque a muchos no les alcanza para vivir, y eso acá y en el mundo genera más actos de violencia, robos… Yo creo que el Presidente tendría que replantearse, repensar, que así, con esto, el final puede ser malo. Yo no quiero, por supuesto”, le advirtió a Milei.
“Javier Milei va a pasar a la historia como
el Presidente que más peleas generó”,
vaticinó Eduardo Duhalde
Convencido de que el líder libertario “va a pasar a la historia como el Presidente que más peleas generó“, Duhalde insistió con que es “inconducente” esta actitud.
“Él entiende de una cosa que yo no, la macroeconomía, pero sí entiendo de la microeconomía, que está muy mal. Le pregunto a los intendentes amigos y de otros partidos si la gente está enojada y me dicen que no, que está triste. Hay una tristeza en la sociedad muy grande y habrá que ver qué pasa ahora, pero no esperen que yo me pelee con el señor presidente, porque yo no me he peleado con nadie”, añadió.
Y recordó los momentos aciagos del año 2001, cuando cayera el gobierno de Fernando de la Rúa e irrumpieran cinco presidentes en pocos días. “Llegará el momento en que los argentinos volvamos a encontrarnos, cosa que me tocó hacer a mí. En 2001 fuimos en once días cinco presidentes. Y cuando elegimos a Adolfo Rodríguez Saá festejamos con mis amigos porque me había salvado, pero a la semana Adolfo renunció y me llamó Don Raúl Alfonsín. Y me dijo: ‘Eduardo, mañana asume’. [Le respondí]: ‘Ni en pedo (sic), Raúl, yo no sé gobernar peleándome’. Tanto en el municipio como en los ocho años de gobernador, siempre lo he hecho gobernando con todos”, comentó, contra la versión de Milei de que Alfonsín y él habían planeado un contexto para que De la Rúa se fuera.
Incluso, Duhalde aseveró sobre aquellos tiempos que sentía un gran aprecio por el cordobés que había sido Jefe de gobierno porteño y que había llegado al poder en 1999 bajo el signo de la Alianza: “Con De la Rúa tuve una relación casi amorosa. Lo conocía tanto, yo lo consideraba mucho. Fue un hombre honesto, que tuvo la desgracia de que su vicepresidente [por ‘Chacho’ Álvarez] renunciara denunciando sobornos en el Senado. Cuando llegó 2001, él estaba convencido de que había que seguir con la convertibilidad. Quien les habla estaba convencido que había que salir”.
Hay que recordar que toda la campaña de 1999, Duhalde pese a ser del partido del saliente Carlos Menem no contó con su apoyo. Sus metas eran “levantar las persianas y volver a poner a producir al país”. Mientras que De la Rúa con Chacho Álvarez se movía sin demasiadas definiciones al respecto. Y sostenía lo que ahora dice Duhalde: Que la convertibilidad no se tocaba: algo que -por ejemplo- Brasil había hecho en 1996, tras el Tequilazo. El país no aguantaba más. Ya no había de dónde sacar plata para seguir financiando el 1 a 1. Pero todos temían la devaluación. Algo que a Duhalde no le tembló el pulso. Y de un plumazo metió una devaluación del 40%.
Duhalde admitió sí que Alfonsín lo invitó a una reunión con diez empresarios “muy importantes” del radicalismo y que todos decían “que ya no aguantaban más” con ese plan económico. “A partir de ahí decidimos crear el Movimiento Productivo Argentino, para llevárselo al presidente de la República [De la Rúa], porque estábamos convencidos de que la salida estaba por la producción. Lo creamos en junio de 2001, se lo enviamos, y el ministro que se lo llevó, muy amigo de Alfonsín, nos dijo: ‘Como que [De la Rúa] no entiende, no firma nada’. Estaba mal. Después de dejar de ser Presidente se puso bien de nuevo y con el estudio jurídico que tenía con una abogada de Lomas ya estaba bien. Y conmigo… ¡una tan buena relación!”.
En la Mediterránea
La réplica de Duhalde llegó después de que el miércoles pasado, Milei desembarcara en Córdoba para un evento de la Fundación Mediterránea y le direccionara duras acusaciones a Alfonsín y a él. Primero, Milei dijo que el radical “huyó del poder seis meses antes” de que finalizara su mandato debido a la hiperinflación. Más tarde, indicó que él asumió en diciembre del año pasado con indicadores sociales “peores que en 2001″ y fue ahí que lanzó: “Previa caída de la convertibilidad y el golpe de Estado impulsado por [Eduardo] Duhalde y Alfonsín; paradójicamente a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia y fue partidario de un golpe de Estado”.