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miércoles, diciembre 18, 2024

Echaron a Kueider, el senador al que nadie quería

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El entrerriano Edgardo Kueider se halla detenido en Paraguay. Fue luego de que intentara ingresar 211 mil dólares sin dar aviso. Creen que es de la corrupción. Lo acusaron de inhabilidad moral

El Senado de la Nación expulsó con el voto de 60 de sus integrantes (de un total de 72 miembros) al entrerriano Edgardo Kueider, por inhabilidad moral sobreviniente al ser detenido en Paraguay cuando intentaba ingresar a ese país con 211 mil dólares sin declarar ante las autoridades aduaneras del vecino país.

Por el contrario, fue rechazado el pedido de suspensión de Oscar Parrilli (Neuquén) por su procesamiento en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán. La iniciativa fue impulsada por la vicepresidente (y titular del Senado) Victoria Villarruel e incorporada a la sesión con la venia del Gobierno como un tiro por elevación a Cristina Kirchner, de quien el senador neuquino es su alfil político.

Como señalaba Fernando Gutiérrez en iProfesional, “cada tanto, la clase política elige sacrificar a alguno de sus integrantes en un intento de transmitir un mensaje honestista que limpie la imagen del resto. Desde el diputado que en la sesión de zoom apareció en vivo besándole los senos a su novia hasta la flamante expulsión de Kueider, la escena vuelve a repetirse”.

En el país se respiran aires anti corrupción muy fuertes. Se trata de un momento hipersensible a nivel político, cuando en el Congreso se debate el proyecto “Ficha Limpia”, aunque no logre avances.

Montaje y elaboración propia

La acusación se tornó verosímil por la declaración de Kueider sobre que los dólares no eran suyos y que él “era afín al gobierno nacional”. Por eso, en su denuncia pública, titulada “Democracia tarifada”, Cristina Kirchner no dudó en hacer una comparación histórica entre el accionar del Senado bajo la dirección de Victoria Villarruel y el escándalo de las coimas durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Para qué. La Vicepresidente respondió y acusó a Cristina como “jefa de la banda”.

Pero, más allá de los votos, impactó el discurso de Carolina Losada, la senadora santafesina que atacó a fondo y metió el dedo en la llaga de los discursos “pour la galerie” que había oído provenientes del kirchnerismo en la Cámara Alta. “Escuchaba a una senadora preopinante (del kirchnerismo) hablar de honorabilidad. Cuatro años tuvimos, sentada en ese lugar honorable, en teoría, a una presidente del Senado condenada por corrupción. Ahora está confirmada esa condena, además, (hay) doble conforme de la justicia. Tenemos a la persona más corrupta de Argentina, dicho por varios tribunales, que, además, no solamente presidía acá como condenada y la cara no se les caía de vergüenza. Y ahora, además, la eligieron como presidente del partido. O sea que a ustedes los hace sentir identificados. La persona más corrupta de Argentina, para ustedes, es la persona que los identifica. (Pero al que le tocó es a otro): Kuéider afuera, igual.”

Y Losada continuó con la enumeración: “El primer vicepresidente del país condenado por corrupción es de ustedes. Aplauso. ¿Ustedes pedían aplauso? Aplauso. De ustedes. Enterito. Alperovich. Remember Alperovich. ¿Se acuerdan que le votaron la licencia? Condenado por violar a su sobrina. Ustedes le votaron la licencia en su momento. Entonces, miren para otro lado”.

Y allí volvió sobre la jefa de la oposición “¡Ah, Cristina! Pará, no me quiero olvidar de la jefa de ustedes. La condenada. Cristina tuvo dos pedidos de desafuero. Y les digo cuáles fueron. Memorándum de Entendimiento General y Causa Cuadernos. La verdad que vengan a pedir honorabilidad. No entiendo cómo no se les cae la cara de vergüenza. A mí la verdad que todo el hecho de que estén hablando de quién es el corrupto, me da asco. Ustedes no tienen cara para hablar de honor, porque de honorables no tienen nada. Lo que defienden no es honorable. Defender a una corrupta durante cuatro años no fue honorable. Defender a Alperovich no fue honorable. Defender a Boudou no fue honorable. Tener un presidente que ahora está por ser juzgado hasta por violencia de género, no solamente por corrupción, no es honorable. No tienen altura moral para hablar de honorabilidad. No tienen altura moral para hablar de corrupción, de dadivas. No tienen altura moral directamente”.

De esta manera, el oficialismo recibió instrucciones de la Casa Rosada: no iba a salir el pedido de suspensión de Kueider y se sumó al kirchnerismo.

De manera que, en términos políticos, el oficialismo se resignó a perder una banca con tal de tomar distancia de una sospecha de corrupción. 

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