El atraso cambiario y la suba de precios generaron inflación en dólares especialmente marcada en productos alimenticios. La explicación del sector. Los salarios pueden subir en dólares, pero también lo hacen los productos y servicios”
“Sí, dijo el hombre, jubilado de 67 años, tenemos la conexión de agua. Ahora que nuestras hijas dejaron la casa, somos dos nomás. Y el consumo bajó al mínimo. Aunque tenemos piscina no usamos el agua de red para la recarga, así que el consumo nos viene de 15 metros cúbicos. Esto es, son más o menos 500 litros por día. Pero el problema está en el precio. A fines del año pasado (diciembre de 2024) por 21 metros cúbicos vino 8484 pesos. Este año en noviembre por 15 metros cúbicos fueron cerca de 40 mil pesos”.
(Hay que agregar: aunque gastaran menos de 15 metros cúbicos, igualmente se facturaría ese monto porque es el mínimo).
Un incremento significativo. Claro que sí. Es cálculo es de Posadas y se registra una suba de más de 200 por ciento. En dólares.
“Tenemos un tipo de cambio muy pisado y costos que se incrementaron en dólares bastante. Además, haber desactivado mecanismos de distorsión de precios generó un fuerte ajuste a principio de año, y luego fue un reacomodamiento”, responden desde las empresas y citado por Ámbito Financiero. Por eso mismo aún registran un volumen de ventas 20% abajo respecto de noviembre anterior, con lo cual “el sector sufre el embate de la falta de dinero en la calle”.
Asimismo, del estudio se desprende que también hay otros productos que se vieron altamente encarecidos en dólares, como el kilo de arroz, que subió en promedio 59,3%, la cerveza importada (33 cl) un 119,3% o el litro de leche, que cuesta en promedio 31,5% más en dólares que en los países comparados. Por caso, vale un 77% más en dólares contra Brasil.
Diego Giacomini, economista titular de la consultora Economía y Ética, advirtió en su cuenta de X que “la gravedad de la inflación en dólares récord es gravísima y desnuda la inconsistencia dinámica del programa que ya saldrá a la luz”. “En 13 meses habrá 170% de inflación en pesos y mucho más grave, casi 130% de inflación en dólares”, pronosticó el especialista.
La suba de precios combinada con la apreciación del tipo de cambio oficial generó un fenómeno que deteriora la competitividad argentina: inflación en dólares. En alimentos, se nota particularmente en el precio del agua envasada, que es en promedio el producto más caro con relación al resto de algunos países de Europa y América Latina.
La conclusión proviene de un estudio que recorre los despachos de la gobernación de la provincia de Buenos Aires. ¿Cuántos más altos son nuestros precios? Es la pregunta que encabeza una larga planilla de productos alimenticios con precio de venta local y su comparativa contra Brasil, Francia, Italia, Estados Unidos y Chile.
El presidente Javier Milei dijo que los salarios en dólares están subiendo. Lo que soslayó acotar es que los precios de bienes y servicios también se están incrementando en dólares
Esto que se está comparando es el agua envasada. Pero resulta que el servicio de agua potable también registró subas muy importantes. En España una botella de 1 litro y medio de agua envasada puede conseguirse por 20 ó 30 céntimos de euro. (Esto da como valor un precio de 300 ó 400 pesos como máximo para una botella pet que aquí se cobra 1000 ò 1200 pesos).
Y todos los demás productos, otro tanto.
En la Argentina los productos similares están mucho más caros que en España. Véase el caso de Chango Más con Villavicencio.
Y si se quiere ver otro ejemplo, el Super Coto (recién inaugurado y con los precios más bajos del país, según su publicidad) tiene un agua de 1,5 litros a 1352 pesos.
Para el presidente Javier Milei, un indicador correcto para contrarrestar la suba de precios y comprobar la mejora encarada desde el peor momento de la recesión es la suba del salario en dólares. Sin embargo, para especialistas, “usar el salario en dólares para medir poder adquisitivo es una trampa”.
El salario en dólares puede servir como medida de la competitividad laboral o para cuantificar el poder de compra sobre una canasta muy específica de productos importados, pero no sirve para medir el poder de compra general o el bienestar de la población. “De hecho, así como el salario medido en dólares se recuperó en el último año, la inflación en dólares fue también altísima. Desde finales del año pasado el precio del aceite medido en dólares subió 180%, la manteca 150% y la leche 130%”, aporta el economista.