En Enero iban a tener una suba automática que llevaba los haberes a unos 9,5 millones de pesos. A través de un decreto, la titular del cuerpo Victoria Villarruel prorrogó el congelamiento de haberes. El bloque de Unión por la Patria no adhirió a su solicitud.
La vicepresidente y titular del Senado, Victoria Villarruel evitó un nuevo conflicto interno: luego de que el bloque de La Libertad Avanza en el Senado se pliegue a las solicitudes de otros espacios, prolongó el congelamiento de las dietas para los miembros de la Cámara alta. Si la medida no se aplicaba, pasaban a percibir haberes cercanos a los $9,5 millones mensuales en bruto.
“He firmado el Decreto que ordena el congelamiento de las dietas de los senadores hasta el 31 de marzo de 2025 para que lo traten en sesiones ordinarias. Adhirieron a mi pedido los bloques Frente Renovador de la Concordia Social, PRO, UCR, Las Provincias Unidas y Libertad, Trabajo y Progreso. Es mi intención que el Senado acompañe al pueblo argentino en el esfuerzo que se está haciendo”, señaló Villarruel en la red X.
Para entender el embrollo que se destrabó -que la Casa Rosada utilizó para limar a la vicepresidente y titular del Senado-, hay que retrotraerse a abril pasado, cuando los hoy peleadísimos oficialismo y oposición pactaron un nuevo sistema de dietas y lo aprobaron en el recinto. Desde ahí, los mismos pasaron a estar compuestos por 2.500 módulos, más un adicional de 1.000 por gastos de representación y 500 extra, por desarraigo.
Tras la polémica generada ante el penúltimo aumento otorgado a empleados legislativos -que estaba atado al de los senadores- del 6,6% para julio y agosto, el pleno de la Cámara alta anuló la suba en cuestión y congeló sus dietas hasta el 31 de diciembre, en una votación unánime, con 65 adhesiones.
Esto es, los legisladores de la cámara alta “se enganchan” a los haberes de los empleados parlamentarios. Así, si hay incremento para los primeros, automáticamente lo reciben ellos. Como se trata de porcentajes y módulos, debajo de estos “dibujos” queda oculto el hecho de que en el caso de los senadores se trata de millones de pesos.
Con la resolución de Villarruel, la cuestión de las dietas queda apaciguada hasta el 31 de marzo próximo. Previo o posterior a eso, serán los propios senadores quienes tendrán que analizar qué camino adoptar ante próximos aumentos de los módulos con los que se rige la Cámara alta para calcular los haberes. Junto a esto se desactiva un punto extra que tenía la Casa Rosada para pegarle, sin motivo alguno, a la Vicepresidente.