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viernes, enero 10, 2025

Buscarán que las provincias puedan recaudar el IVA

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Es una iniciativa del gobierno nacional. Cada estado local se encargaría del Impuesto al Valor Agregado. El Gobierno anticipa que la reforma tributaria en la que está trabajando dejará solo seis impuestos nacionales. Caputo quiere que los gobernadores luego se disputen inversiones bajando impuestos.

Una idea sencilla da vueltas en la cabeza de las autoridades económicas nacionales: Que las provincias se encarguen de recaudar el IVA (el más importante tributo nacional) y así dejen de depender de Nación para que esa recaudación vuelva en forma de “goteo” diario a través de la coparticipación. Naturalmente se trata de un mecanismo más genuino: premia a los eficientes y evita (como hasta ahora) seguir subvencionando a estados subnacionales poco eficientes.

Pero Misiones no se encuentra entre ellos. La relación es de 3 a 1. En una nota de 2019, el ministro de Hacienda Adolfo Safrán mostró cuál era la relación.

Fuente: Adolfo Safrán 2019

Como puede apreciarse, lo que en IVA enviaba Nación a Misiones era apenas el 36% del total recaudado en la provincia. En una palabra, los misioneros (al comprar alimentos, bebidas, yerba, etc y pagar sus servicios como luz, agua) aportaban para otros estados pudieran recibir fondos que eran genuinamento propios.

El Gobierno de Misiones apoya la idea de autonomía fiscal que lanzó el presidente Javier Milei en su discurso del pasado 10 de diciembre, con motivo de cumplirse su primer año de mandato.

Dijo que está trabajando en una reforma impositiva estructural que “le devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido”.

Naturalmente, no todo quedaría aquí.

Según explicó en un artículo el economista del  Instituto para el Desarrollo Social Argentino  (Idesa), Jorge Colina, la idea del Gobierno Nacional consistiría en modificar o eliminar la Ley de Coparticipación y permitirle a cada provincia que recaude lo que hoy son impuestos nacionales, como IVA o Ganancias.

Luego, cada provincia debería asumir gastos de los cuales hoy se hace cargo Nación, y también aportar a una caja común una porción para sostener el Gobierno central, para sostener por ejemplo, rubros como la Defensa Nacional.

Jorge Colina

Para Idesa, en 2024 la presión tributaria total, sumando la nacional y provincial y excluyendo a los aportes y contribuciones a la seguridad social, ascendió al 20% del PBI.  Dentro de esta masa de recaudación se destacan por su volumen los cuatro principales impuestos nacionales que son IVA, Ganancias, Cheque y Derechos de Exportación. A estos se suma el principal impuesto de las provincias que es Ingresos Brutos. Estos 5 impuestos explican el 87% de la presión tributaria total

Hay dos datos adicionales que los sucesivos gobiernos nacionales prefirieron soslayar por tiempos muy largos: 1) EL IVA es un impuesto regresivo (aportan más los que menos tienen) y 2) El IVA cuya alícuota es del 21% (y en casos, más aún) recarga TODA la línea de producción. En la mayoría de los países se aplica un impuesto a las ventas (esto es, el último tramo de la comercialización) y no lo abonan las etapas anteriores en la creación de valor. En la Argentina, paga el productor de materias primas, paga que el que elabora un insumo industrial y paga el que elabora el producto final. Y, por supuesto, lo tributan el comerciante mayorista, el distribuidor y el vendedor minorista. Se genera una extensa duplicación de la carga impositiva y una interminable cadena de créditos tributarios ante las oficinas de recaudación que constituyen un despropósito.

Para Idesa, se trata de una manera de desenmarañar el perverso esquema vigente es establecer que todo el IVA se destine a las provincias y la totalidad de la recaudación de Ganancias a la Nación. Este cambio es bastante neutral porque lo que la Nación deja de recibir por IVA lo compensa casi en su totalidad por la parte de Ganancias que dejan de recibir las provincias.

El vicegobernador, Lucas Romero Spinelli, (derecha)

En este marco, el vicegobernador, Lucas Romero Spinelli, se mostró a favor de la iniciativa y dijo que Misiones, que hoy es la séptima provincia del país, saldría beneficiada.

“Partiendo de la base de que la modificación de la alícuota de retribución requiere de la unanimidad (en referencia a la modificación pendiente hace 36 años de la Ley de Coparticipación), sería espectacular que el IVA quede acá, y después Ganancias, darnos la administración y después plenamente asumir el compromiso de seguridad, salud y educación, y un porcentaje de ganancias tienen (que quedarse) el Gobierno (Nacional) para la defensa, la ecuación cierra”, dijo el vicegobernador, en una entrevista con el canal de streaming, Al Diome.

Otro componente medular de la reforma es establecer que el IVA absorba Ingresos Brutos y tasas municipales y se reparta entre las provincias con el mismo criterio que actualmente se utiliza para distribuir Ingresos Brutos. Esto es, por las ventas realizadas al interior de cada provincia el 100% del “super IVA” queda en la provincia y en las ventas interprovinciales se distribuye 50% en la provincia de origen y 50% en la provincia de destino. 

Misiones es una de las provincias que menos Coparticipación Federal recibe, si se toman los giros per cápita. Solamente las provincias ricas o petroleras reciben menos.

¿Por qué ocurre esto? Porque en 1987 se decidieron los índices de coparticipación y Chaco (por ejemplo) recibió el mayor de todo el NEA. Y así “tiene premio” sea eficiente o no, tenga más gente o no, haya más industrias y desarrollo en su interior o no. Siempre recibirá más que Formosa, Corrientes y que Misiones.

Según datos de la consultora Politikón Chaco, Misiones recibió en octubre 2024 apenas 103.000 pesos por habitante, lo cual es menos de la mitad de los 234.000 que recibió Formosa. En tanto, Chaco obtuvo 174.000 pesos por cabeza, mientras que Corrientes se llevó 122.000 pesos. En valores absolutos, Chaco es la provincia que más fondos atesora.

En 1994, se dictó la nueva Constitución Nacional. Una de sus cláusulas transitorias era que en menos de dos años, debía ponerse en vigencia la nueva ley de coparticipación.

Ya han pasado tres décadas y sigue rigiendo el reparto de 1987

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