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sábado, noviembre 1, 2025

Cuando hubo que producir de todo

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Cuando llegaron al Territorio Nacional, los primeros colonos de Misiones hallaron a fines del siglo XIX una tierra vasta pero escasa de infraestructura: no había caminos, estaban (casi) incomunicados, y todo había que hacerlo desde cero. Esta pequeña región del país (la segunda provincia más pequeña) tenía potencialidades, pero había que arremangarse y ponerse a trabajar. Y eso hicieron.

El Estado misionero le dice sí al colono: llegan las chacras multiproductivas. Y es bueno hacer un recorrido de lo que fue la evolución de Misiones. Cuando llegaron al Territorio Nacional, los primeros colonos de Misiones no había caminos, estaban (casi) incomunicados, y todo había que hacerlo desde cero. Esta pequeña región del país (la segunda provincia más pequeña) tenía potencialidades, pero había que arremangarse y ponerse a trabajar. Y eso hicieron.

En la década de 1960, la docente y documentalista Gladis Arenhardt vivía en Campo Grande y allí hubo cafetales. “Nuestra tradición venía desde Olegario Andrade donde mis abuelos tenían cafetos. Se tostaba la semilla y desayunábamos café con leche todos los días”, recuerda hoy.

Imagen arriba: ejemplos de lo que fue desarrollándose en la provincia

Aprendieron a cultivar yerba y a tomar mate. Decidieron que si querían proteínas había que criar cerdos, gallinas y vacunos. Si querían verduras y hortalizas, había que cultivarlas. Nada iba a llegar de otras partes. Todo debía gestionarse in situ.

Cuando la planta de yerba estuvo lista, decidieron que no sólo querían obtener materias primas: primero pusieron el secadero y luego el molino. Y lo mismo fue ocurriendo con los demás productos, como ser el té, el tung, las frutas, la mandioca (gran parte de la fécula sale de aquí) y cuando se animó a la silvicultura ocurrió otro tanto: el mayor cluster forestoindustrial del país se halla nucleado en Eldorado y Montecarlo, al noroeste de la provincia.

Hay gimnasia y el colono misionero (así se llama al productor de estas tierras) tiene músculo para enfrentar las diversas coyunturas.

El siglo XXI trae otros desafíos y el Estado misionero vino a darle una mano al colono.

La intención es presentar el Régimen de Impulso Integral de las Chacras Multiproductivas. Una propuesta que busca transformar el modelo agroproductivo provincial mediante un enfoque integral que combine cultivos tradicionales, hidroponía, biotecnología y agroturismo, con fuerte respaldo técnico, fiscal y educativo.

El diputado provincial y líder del Frente Renovador Neo, Carlos Rovira, presentó en la Legislatura un proyecto de ley para crear el Régimen de impulso integral de las chacras multiproductivas. 

El objetivo es fomentar unidades productivas que integren cultivos de suelo y sistemas hidropónicos, mediante asistencia técnica, incentivos económicos y provisión de insumos biotecnológicos de la Biofábrica Misiones SA (empresa de biotecnología que produce plantines frutales, hortícolas, forestales, medicinales y ornamentales de alta calidad donde se garantizan plantines sanos, libres de enfermedades).

El régimen contempla la creación de un Registro Provincial de Chacras Multiproductivas y un Consejo Provincial con participación de organismos técnicos, universidades y productores. También prevé subsidios, créditos blandos, beneficios fiscales y certificados de crédito fiscal de hasta el 20% de la inversión, destinados a infraestructura, insumos y conectividad.

Se busca establecer un “marco normativo que dé impulso y respaldo definitivo a las chacras multiproductivas misioneras, al reconocer su existencia y viabilidad como modelo de producción rural integrada”.

Estas unidades productivas “integran cultivos de suelo y sistemas hidropónicos, optimizan recursos hídricos y edáficos, refuerzan la resiliencia frente a variaciones climáticas y reducen la dependencia de agroquímicos a través de prácticas sustentables”.

Según el proyecto, el alcance de las chacras multiproductivas comprende a “todas las explotaciones agropecuarias de la Provincia que adopten el modelo de chacra multiproductiva, tanto de forma individual como asociativa, ya sea como actividad principal o como complemento de emprendimientos de cultivos tradicionales, tales como la yerba mate, el té, el tabaco y los frutos cítricos”. También incluye a las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), “en tanto unidades educativas que se vinculan con estas políticas a través de procesos formativos orientados al desarrollo productivo sostenible”.

Las EFAs de Misiones constituyen un ejemplo de alternancia educativa muy apreciada por la población rural: el estudiante está dos semanas en la escuela y aprende y pone en práctica las tecnologías agrarias de punta. Luego está dos semanas en su casa, con su familia y su chacra. Y allí va aplicando lo que recibió en la escuela.

Estas políticas tienen especial énfasis en el cultivo de frutas tropicales y subtropicales como: palta, carambola, maracuyá (o mburucuyá), mango; pitahaya, banana, mamón, ananá y guayaba; berries o frutos del bosque: arándano, frambuesa roja, moras, grosellas y frutilla; frutos nativos: pitanga, guabiroba, yacaratiá (árbol de madera comestible) y jabuticaba; hortalizas: sandía, melón, tomate, morrón, lechuga, rúcula y hortalizas gourmet o de especialidad; flores comestibles como: albahaca, amapola, azahar, calabacín y calabaza.

Sin embargo, la aplicación de este régimen podrá promover otros productos de valor comercial o con potencial de agregado en mercados de nicho o gastronómicos, que se integren a sistemas de producción diversificados, agroecológicos o vinculados al agroturismo, así como también especies en proceso de aclimatación.

“No se limita únicamente a aquellas unidades que desarrollan la chacra multiproductiva como actividad principal, sino que también incluye a aquellas que la incorporan como actividad accesoria o complementaria a otros emprendimientos productivos, especialmente los vinculados a cultivos tradicionales profundamente arraigados en la economía y la identidad productiva de Misiones, como la yerba mate, el té y los frutos cítricos”, aclara Rovira. “Esta apertura resulta estratégica para fomentar la diversificación y el agregado de valor en explotaciones existentes, sin exigir su transformación total, y permitiendo transiciones graduales hacia sistemas más resilientes y sostenibles”.

En el artículo 3 del proyecto, se declara de interés estratégico “para el desarrollo provincial la implementación de las chacras multiproductivas, por su contribución a la expansión de la matriz productiva, generación de empleo rural y fortalecimiento del valor agregado en origen”.

Los objetivos del Régimen de impulso integral de las chacras multiproductivas

  • Consolidar el modelo de chacra multiproductiva en toda la Provincia;
  • Proveer asistencia técnica y capacitación en diseño y manejo integrado de
  • cultivos;
  • Propiciar las enseñanzas sobre estos sistemas y manejos productivos en las EFAs;
  • Facilitar el acceso a líneas de crédito y subsidios para infraestructura e insumos
  • biotecnológicos;
  • Incentivar la integración del agroturismo como actividad complementaria a las chacras multiproductivas;
  • Promover el uso eficiente del agua y la gestión sostenible de residuos;
  • Estimular la investigación y el desarrollo tecnológico con la Biofábrica Misiones SA y entidades académicas;
  • Generar empleo local y agregar valor en origen.

“Este modelo se consolida ante la fluctuación de precios de los cultivos tradicionales más representativos de la provincia, como la yerba mate y responde a la necesidad de ampliar la oferta productiva “, explica Rovira en los fundamentos del proyecto. Asimismo, “se alinea con tendencias globales de economía circular, consumo responsable y seguridad alimentaria, al promover cadenas de valor más cortas que fortalecen la proximidad entre productor y consumidor y mejoran los márgenes de rentabilidad”.

Publicado originalmente en Clarín Digital

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