Hace menos de dos semanas había ganado la plateada en Tokio. Se llama María Andrejczyk y es de Polonia. Pero se enteró de un niño de su país que necesitaba dinero para una operación y no dudó. Una tienda pagó unos 50 mil dólares y, además, le reintegró el premio. Ah, y ella misma había superado un cáncer en 2018
Empezó impulsado por sus profesores del secundario que le veían condiciones. Y vaya si las tenía. Hoy, Gastón Benítez se cuelga la medalla de plata en su cuello y sigue entrenando en el Cenard mientras muere por volver unos días a Oberá a estar con sus seres queridos