Hace una década empezó. Y no paró más. Contó con una ayuda inesperada y de ahí fue creciendo. Trabaja y atiende en Oberá pero también sus hijos siguen sacándole formas a la madera de Misiones en Santa Rita
Empezó en 2012 y nunca dejó de trabajar. Recibió un empujón de alguien que ni conocía. Y, hoy con las maderas de Misiones (las nativas y las implantadas) se anima a realizar las artesanías que vende. La historia de Guillermo Díaz, el Pica Pau de Panambí