Hace ocho décadas era una Misiones distinta. No era provincia. Sólo Posadas era una ciudad. El resto eran chacras y montes. Y gente trabajando. Y muchos extranjeros que se iban integrando a la región: aprendiendo a tomar mate, comer mandioca y convivir con gentes de todos los lugares del mundo. No fue fácil. Qué va...