La Historia los ha estado ignorando. Fueron muchos. Cientos de descendientes que no dudaron en unirse a luchar en la Segunda Guerra Mundial. Sus historias merecen este reconocimiento. El caso de Maureen Dunlop, la bella oriunda de Quilmes que piloteó aviones para el traslado de heridos. Su sobrino nieto la recuerda hoy como una mujer aguerrida, valiente, divertida que enloquecía a sus colegas varones