La brecha de género es artificial, dice la autora Claudia Peiró, e impulsada por tribus urbanas con más pantalla que arraigo. Llevan a la degradación del lenguaje hasta en niveles académicos. Ya hay pasos para ir corrigiendo.
Por decisión de Javier Milei, el Gobierno iniciará las actuaciones para prohibir el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en toda la Administración Pública...
El lenguaje ¿impone la realidad? No. Pero hay tribus urbanas, grupúsculos que hacen mucho bochinche y consiguieron su espacio y que, para peor, excluyen. Políticos y académicos les hacen lugar porque "no cuesta nada". Es un 'delirio fundamentalista' y una infantilización de la lengua. Pero lo peor NO INCLUYE. El testimonio del final de esta nota de una persona con discapacidad es contundente al respecto
Un debate que se ha instalado: aceptar o no el lenguaje inclusivo. La Real Academia Española ya le bajó el pulgar. Ahora, una doctora en lengua y comunicación de la Universidad Nacional de Rosario da otro mandoble al argumento: ni siquiera lo considera un lenguaje ni mucho menos, inclusivo. Es un discurso político, afirma Andrea Calamari