Desesperada por la pérdida de temperatura de una paciente, una enfermera carioca ideó una solución que estaba "al alcance de la mano": agua tibia en un par guantes quirúrgicos atados. Y resultó tan eficaz que ya se aplica de modo habitual. Y más novedades de la pandemia global: Alemania va por las Sputnik. Procesaron y embargaron a un propagador en Argentina. Una vacuna en Chile y Uruguay solo aporta 3% de efectividad