Allí está Pedro Peczak, en su humilde casa de paredes de madera y cocina a leña. Fue protagonista desde las chacras misioneras para empujar el Movimiento Agrario de Misiones (MAM). Su figura y su época fueron rescatadas por una obra bien documentada. Así como le arrebataron su vida, otros (que no eran de Misiones) huyeron rápido y dejaron abandonados a los pobres colonos
Las ferias francas no fueron un invento misionero. Pero aquí brotaron como las mandiocas en tierra colorada: fuertes, sanas, productivas. Dieron vida al agricultor y las huertas -además de proveer comidas al colono- pasaron a ser fuentes de ingreso para el grupo familiar. Un trabajo publicado en la Unam recorre los años que fueron desde los 70 con la lucha y rebelión hasta los 90 donde eran importantes las políticas de inclusión en el agro
En los años 70 del siglo pasado, si eras un crédulo agricultor que solo quería un poco de mejoría en los precios de tus productos podía ocurrir que venían los de afuera y te ponían una camiseta (ser de izquierda y montonero) aunque no lo fueras y después te dejaran en la estaqueada... El caso de Pedro Peczak
Ya tienen un cuarto de siglo en Misiones. Y son un ejemplo en el país. En Posadas, comenzaron en 1998. Y bien valió el festejo de esta maravillosa experiencia que potencia todas las virtudes: las de las chacras misioneras, las de los colonos, las del consumo de productos nuestros y sanos. Un círculo virtuoso que no cesa de crecer y agrandarse