No pudo más. Siete días "yirando", buscando comida y solo tenía unas púas clavadas en el borde de su boca. "Ah, allá está mi cuidador... y tiene comida en su mano... Allá voy", dijo Arana y así la historia de su escape y paseo por los montes del Parque Iguazú tuvo un final feliz
Dos pumas hembras escaparon del refugio Güirá Oga luego de que un hombre violentara las instalaciones del lugar. Los guardaparques lograron capturar a uno de los animales pero el otro ejemplar que tiene por nombre "Arana" aún sigue merodeando por la naturaleza.