¿Es posible imaginarse a una Mafalda crecida? Eso es lo que hacen los programas de inteligencia artificial. Luego más allá de coincidir con los resultados, queda por ver la atinencia de este deseo
El humilde y tímido mendocino JOaquín Lavado jamás imaginó el destino que tenía preparado el dibujar a una nenita preguntona en los años 60 y que iba a servir para una publicidad para vender electrodomésticos. Vaya paradoja