Ahí está ella: no es muy alta. Viene de Jujuy, y aunque se haga llamar profesora, escribe con errores ortográficos en redes. Y -lo peor- nombra a todos sus familiares en el Senado mientras recurre a una "manganeta" bastante sencilla.
Vilma Bedia tuvo una vida como docente y además era pastora evangélica. Hasta que durante la pandemia se acercó a la política. Tanto, que llegó al Senado de la Nación. Se hizo conocida ¡aleluya! por colocar a toda su parentela en el Senado. Hasta el presidente Milei la presiona para que los eche. Pero ella hace oídos sordos