Hay un cambio de orientación en la política nacional sobre la donación de tierras a comunidades aborígenes. En el gobierno de Alberto Fernández se repartieron territorios "como caramelos" (un predio de 2 hectáreas junto al lago Nahuel Huapi, por caso). Y ahora los conflictos aparecen: los dueños de reservas observan la usurpación de aborígenes y piden ayuda