Increíble pero real. El capitán de una aeronave ve que se vuela un parabrisas y segundos después es chupado por el viento externo. Dobla las piernas y queda trabado. Un auxiliar de a bordo sujeta sus piernas mientras él recibe vientos de 600 km/h en la cara que no le dejan respirar siquiera. El drama recién ha empezado. ¿El final? Feliz