El camión pasa y junta las ramas. Antes se las quemaba. Ahora, hay un destino más virtuoso. Estos desechos verdes se transforman en chips (o virutas) que cuidarán el suelo, y le darán nutrición. Una tarea silenciosa que ya lleva protegidos 40 mil metros cuadrados en Posadas. Y luego los chicos de las escuelas se dan una vuelta por allí en el predio de 11 hectáreas para ver en vivo y en directo cómo es eso de las 3R