El gobierno nacional anunció una rebaja de entre 1 y 2 puntos porcentuales para las principales exportaciones de granos y subproductos industriales (la harina de soja, por ejemplo). Igualmente, en el caso de la soja siguen constituyendo un cuarto del costo argentino en peso tributario
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el martes 9 de diciembre una reducción en las retenciones para las principales cadenas agrícolas del país, una medida que implica una baja de entre 1 y 2 puntos porcentuales para la soja, el maíz, el trigo, el girasol y sus derivados. En una palabra, apenas un toquecito para sostener que tratan de cumplir con eso de quitar tributos. Como puede apreciarse en la infografía siguiente, el Estado se sigue quedando con 1 de cada 4 pesos que resultan de vender soja al exterior. No hubo anuncios para las economías regionales.

Por lo pronto, Caputo, adelantó el mismo martes que cuando tenga «espacio fiscal» seguirán bajando los derechos de exportación a los distintos granos.
De acuerdo con los datos difundidos por el Ministerio de Economía, la soja pasará de tributar un 26% a un 24%. En paralelo, los subproductos de soja –como harina y aceite– tendrán un descenso del 24,5% al 22,5%. En el caso del trigo y la cebada, los derechos de exportación pasarán del 9,5% al 7,5%, mientras que el maíz y el sorgo bajarán del 9,5% al 8,5%. Para el girasol, la reducción será del 5,5% al 4,5%. Con estos ajustes, la administración nacional modifica la estructura tributaria que regula las ventas externas de los principales productos agrícolas.

La resolución se conoce en un contexto en el que el Gobierno ya había avanzado en la eliminación transitoria de ciertas retenciones durante septiembre. Esa medida permitió, según cifras oficiales, un ingreso adicional del complejo agroexportador estimado en u$s 7000 millones. Dicho flujo ocurrió en un período de tensión cambiaria y fue considerado por el Ejecutivo como un aporte significativo para ordenar el mercado de divisas en esa etapa.
Por su parte, las entidades representativas del complejo agroindustrial expresaron su apoyo a la rebaja de uno y dos puntos porcentuales en las alícuotas de los derechos de exportación de soja y derivados, trigo, cebada, maíz, sorgo y girasol, aunque advirtieron que debe seguirse con las tareas para terminar con la “enorme carga tributaria”.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) reaccionó de inmediato al asegurar que la decisión “es un paso muy positivo que debemos valorar”.
De todos modos, advirtió que la tarea no está concluida y que “habrá que seguir trabajando en bajar la enorme carga tributaria, especialmente en el complejo agroindustrial de la soja”.
Cálculo
La baja de retenciones opera como un reintegro automático. Como el descuento se hace sobre el valor FOB oficial, en soja hoy fijado en u$s 428 por tonelada, cada punto menos implica unos u$s 4,3 más por kilo en el precio recibido por productor.
Por eso, la reducción de dos puntos en el complejo sojero debería traducirse en una mejora cercana a u$s 8,6 por tonelada. En un volumen de 50 millones de toneladas, que es lo que se cosecha anualmente en soja, el monto que vuelve a los productores y a la cadena asciende a u$s 450 a u$s 500 millones.
En los otros rubros, mientras que en el trigo el beneficio será de u$s 4,20 por tonelada, para el maíz, el impacto positivo se calcula en u$s 2,20 por tonelada.






