Las ferias francas no fueron un invento misionero. Pero aquí brotaron como las mandiocas en tierra colorada: fuertes, sanas, productivas. Dieron vida al agricultor y las huertas -además de proveer comidas al colono- pasaron a ser fuentes de ingreso para el grupo familiar. Un trabajo publicado en la Unam recorre los años que fueron desde los 70 con la lucha y rebelión hasta los 90 donde eran importantes las políticas de inclusión en el agro
Ya tienen un cuarto de siglo en Misiones. Y son un ejemplo en el país. En Posadas, comenzaron en 1998. Y bien valió el festejo de esta maravillosa experiencia que potencia todas las virtudes: las de las chacras misioneras, las de los colonos, las del consumo de productos nuestros y sanos. Un círculo virtuoso que no cesa de crecer y agrandarse