Se llama Luis Santiago López. Comenzó ingeniería en la Unam en Oberá, su ciudad natal. Como le gustaba el tema astronáutico, siguió estudiando ingeniería espacial en la UNSaM en Buenos Aires. Y de allí, llegó la gran oportunidad: la CONAE de Argentina firmó un acuerdo con la NASA de Estados Unidos. Y entonces, el ingeniero espacial Luis Santiago López tuvo su oportunidad. Esta es su historia hasta llegar al día de hoy donde se lo declara Ciudadano Ilustre de Oberá